Al no haber suficientes cubrebocas, insumos en el mercado, dinero en casas, el tercer decreto oficial no es respetado
Juan H. Castellanos.
A más de 24 horas de que el gobernador de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa emitiera un tercer decreto- miércoles 23 de abril-, con el cual se amplían las medidas urgentes y necesarias para proteger y garantizar la salud y la vida de las y los oaxaqueños, ante la pandemia del COVID-19, este no se acata.
Los 6 puntos que contiene el documento, entre ellos el uso obligatorio de cubrebocas, mascarilla o cubierta facial, para todas las personas que se encuentren realizando actividades esenciales y utilicen el transporte público , no son respetados.
Desacato, que también se aprecia de manera parcial entre quienes integran su gabinete, a pesar de que la medida decretada, establece que los servidores públicos de la administración estatal y municipal, deberán portar cubrebocas, mascarillas o cubierta facial, cuando se encuentren en funciones.
A ello se le une el no respeto, en el sentido de que el gobierno del estado y los municipios en la medida de lo posible, distribuirán cubrebocas a las personas que por necesidad no permanezcan en sus hogares, como resultado de no haber en farmacias y tiendas de autoservicio la suficiente cantidad del insumo y gel antibacterial.
Mientras en los establecimientos mercantiles en los que se realicen trámites o compras, sólo se permitirá el ingreso de una persona por familia, cumpliendo con la sana distancia, tampoco es cumplida , al igual que la que señala las actividades no esenciales continuarán suspendidas.
Como tampoco, la medida de suspender temporalmente el transporte público y el cierre de centrales de abasto, al depender de estas actividades, cerca de 1 millón 200 mil familias en Oaxaca, las cuales en un 70 por ciento se ubican en el comercio y la actividad informal- ambulante- y sin prestaciones de ley, según estadísticas del INEGI.
Medidas que no son respetadas en su totalidad, pese a que el decreto oficial señala que las sanciones que podrán ser objeto todo habitante de Oaxaca, va desde una amonestación con apercibimiento, multa o arresto por 36 horas.