Palacio de Gobierno, bella muestra de arquitectura sobria y monumental
*En este espacio se llevará a cabo la Asamblea General del XII Congreso Mundial de la OCPM.
El Palacio de Gobierno de la Ciudad de Oaxaca de Juárez, es un espacio singular del siglo XVI, en su interior se observan acabados dóricos, estilo utilizado por los griegos para la construcción de las casas destinadas a la autoridad y para el ejercicio de poder; es austero y únicamente cuenta con los adornos necesarios para darle esos aires de grandeza.
En este espacio ubicado en el Zócalo de la Ciudad de Oaxaca, se desarrollará la Asamblea General del XII Congreso Mundial de la Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial (OCPM) denominado Ciudades Patrimonio, Ciudades Sustentables. La Asamblea General reunirá a alcaldes y alcaldesas de todos los continentes del mundo, a fin de llevar a cabo la votación para el nuevo Consejo de Administración y elegir la ciudad que será sede del próximo congreso.
De acuerdo con el cronista de la ciudad de Oaxaca Rubén Vasconcelos Beltrán, el Palacio de Gobierno fue construido por iniciativa del escribano Francisco de Herrera, quien solicitó al primer virrey de la Nueva España Don Antonio de Mendoza la donación del predio para construir Las Casas Consistoriales, o casa de Gobierno español; sin embargo fue en tiempos del virrey Martín Martínez cuando se inició su construcción, según consta la Cédula Real del 18 de abril de 1539 firmada en Toledo, España.
“Pronto la primera construcción se vio afectada por los temblores, por lo que las autoridades invitaron al teniente coronel graduado en infantería, Nicolás de Láfora, para que hiciese el diseño de una nueva casa que fuera útil para los fines señalados; a pesar de ello, a principios del siglo XVIII las oficinas de gobierno tuvieron que abandonar el edificio dadas las condiciones físicas tan precarias con las que contaba, instalándose en una casa que donó Don Manuel Fernández Fiallo en la actual avenida Hidalgo”.
Durante muchos años tanto las dependencias del Gobierno del Estado como las del Ayuntamiento capitalino ocuparon diversas casas porque no poseían un lugar propio para el despacho de sus asuntos, pero fue en 1832 que se le encomendó al ingeniero Francisco de Paula Heredia la remodelación de lo que quedaba del inmueble, pero no fue posible concluir la obra dadas las penurias financieras del gobierno durante casi todo el siglo XIX.
En 1883, don Mariano Jiménez inauguró los avances logrados y en aquella ocasión el pueblo pudo admirar la belleza y resplandor del recinto que contaba con una arquitectura sobria y monumental adaptada para hacer frente a los movimientos telúricos.
Fue durante el período del general Luis Mier y Terán cuando se procedió a dotar de mobiliario a las oficinas existentes, instalándose el alumbrado de aceite usual en esos años. También en ese tiempo, el gobernador fijó su residencia en las habitaciones en la parte sureste del Palacio; posteriormente, el general Martín González, acondicionó el Salón Amarillo llamado así porque fue decorado con muebles y cortinas en este color estilo Luis XVI y que se encontraba anexo a la Cámara de Diputados, ubicada durante mucho tiempo en donde actualmente se encuentra el Museo del Palacio.
Los temblores del 21 de marzo de 1928 y del 14 de enero de 1931, afectaron seriamente el Palacio, particularmente la planta alta oriente en la que se encuentra el despacho del gobernador del Estado, por lo que nuevamente tuvo que desocuparse esta área hasta el año de 1936 cuando se concluyó la restauración a cargo del arquitecto Adolfo Trujillo, siendo gobernador el licenciado Anastasio García Toledo.
De 1936 a 1940, durante el gobierno del general Constantino Chapital se redoblaron los esfuerzos para dar fin a los trabajos, pero fue hasta el 19 de mayo de 1950, cuando el licenciado Eduardo Vasconcelos, gobernador de Oaxaca y el licenciado Miguel Alemán, presidente de México, llevaron a cabo la inauguración.
“Desde entonces, caminar por sus pasillos, subir las escaleras, observar sus portentosos muros, arcos y columnas es una experiencia admirable, quizá por su monumentalidad y sobriedad. El color de la cantera no deja de ser una experiencia grata y emocionante pues tal parece que en algún momento el silencio que se recrea en su interior es preludio de inquietudes”, agregó el cronista de la Ciudad.
En la Sala de Gobernadores se encuentra una exposición de pinturas al óleo elaboradas en su gran mayoría por el maestro Erasto García, extraordinario retratista oaxaqueño que legó una colección importante de los hombres que han gobernado el Estado.
De igual forma, los murales que cubren las paredes de la escalera principal y de oriente, elaborados por el artista Arturo García Bustos permiten conocer la evolución de la historia oaxaqueña, desde el origen mitológico de zapotecas y mixtecas, los primeros pobladores dedicados al pastoreo y a la recolección de frutos, hasta la religión, el cultivo del campo, elaboración de artesanías, lapidarios, códices, riqueza natural, construcción de casas habitación y palacios, todo en una amalgama extraordinaria.
También están presentes personajes prominentes como don Benito Juárez y Margarita Maza, Ignacio Ramírez, Melchor Ocampo, Porfirio Díaz, Jesús González Ortega, Ignacio Zaragoza, José María Morelos y Pavón, Vicente Guerrero, Guadalupe Victoria, Ricardo Flores Magín, José Vasconcelos y Andrés Henestrosa.
El Palacio de Gobierno del estado de Oaxaca es y será por siempre el lugar donde se manifiestan los más encontrados propósitos, las controversias y también las más grandes alegrías sociales; es un lugar en el que se recuerda a quienes han trabajado por impulsar la grandeza de los hombres y mujeres que habitan este inmenso territorio en el que confluyen costumbres y tradiciones diversas, la cuales se manifiestan en su música, vestimenta, gastronomía y lenguas diversas.