Pulen tres joyas de Sor Juana Inés de la Cruz
EXCELSIOR
Las tres editio princeps se suman a los 760 títulos que conserva el acervo bibliográfico dedicado a la célebre escritora novohispana
CIUDAD DE MÉXICO.
Las portadas originales en pergamino color miel, que lograron salvar los restauradores, dan un toque homogéneo a los tres libros de la escritora novohispana sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), publicados en España a finales del siglo XVII y principios del XVIII, que se han convertido en las joyas más valiosas del centro de documentación dedicado a la poeta y dramaturga.
Adquiridas por la Universidad del Claustro, que en agosto conmemorará 40 años de vida, estas ediciones pioneras en difundir la obra de la Décima Musa en Europa acaban de salir de un proceso de limpieza y rehabilitación que garantizará su permanencia.
Los ejemplares son el Segundo tomo de las obras de soror Juana Inés de la Cruz, monja professa en el monasterio del señor San Geronimo de la Ciudad de Mexico, publicado en Barcelona en 1693; Fama y obras posthumas del fenix de México, decima musa, poetisa americana, sor Jvana Ines de la Crvz, impreso en Madrid en 1700; y Poemas de la unica poetisa americana, musa dezima, soror Juana Ines de la Cruz, editado en Valencia en 1709. Estas tres editio princeps se suman a los 760 títulos, antiguos y modernos, de y sobre la exponente del Siglo de Oro, que reúne el Centro de Documentación Sor Juana, inaugurado en 2001 con motivo del 350 aniversario del natalicio de Sor Juana.
Se consolidó la encuadernación de los tres ejemplares, se cerraron los lomos, se hizo limpieza profunda en cada hoja, se curaron las galerías de termitas que había en algunas páginas y se intervinieron algunos detalles con papel japonés. El proceso duró dos meses y participaron tres especialistas”, detalla Daniel de Lira Luna en entrevista con Excélsior.
El coordinador del Centro comenta que ahora se podrá apreciar y estudiar mejor la estructura particular de estos libros. “Empiezan con un conjunto de textos preliminares, literarios o jurídicos. Los jurídicos pueden ser de tipo civil, los que aprueba el rey; o religioso, aceptados por un obispo. Son relativos a la censura, es decir, se revisa que el contenido no contradiga los principios de la época y se indica que no hay nada qué corregir u observar. Y, después, comienza propiamente el libro con textos del autor”.
El doctor en Bibliotecología por la UNAM explica que el acervo se clasifica en tres núcleos: primero están los títulos de Sor Juana y las primeras ediciones de varias de sus publicaciones, que van desde finales del siglo XIX al XXI.
Luego está, detalla, la obra monográfica producida por los estudiosos e investigadores de la poeta, como Amado Nervo, Alfonso Reyes, Manuel Toussaint, Ermilo Abreu Gómez, Francisco de la Maza, Octavio Paz, Georgina Sabats, Margo Glantz, Sara Poot, José Pascual Buxó, Antonio Alatorre y Guillermo Schmidhuber, entre otros.
En el tercer bloque se ubican las partituras, libros para niños y jóvenes, traducciones de Sor Juana a varios idiomas —incluido el Braille—, obras audiovisuales, antologías publicadas en países latinoamericanos, obras de teatro, novelas y ensayos literarios.
Se trata de una colección única que reúne documentos que difícilmente se pueden hallar en otro acervo y que permite tener una visión panorámica, crítica y de disfrute de Sor Juana”, agrega.
El investigador está convencido de que “Sor Juana no es una escritora antigua, sino del siglo XXI, porque ahora publica más libros que en su tiempo. ¿Cuál es su siglo, cuando vivió o cuando su obra tiene un diálogo fuerte con los lectores? Su propuesta sigue tan fresca y vigente, que la lees y sientes gozo”.
LA MEMORIA
Para Beatriz del Carmen López-Portillo, rectora de la Universidad del Claustro, “uno de los compromisos fundamentales de esta casa de estudios es con la memoria de Sor Juana: salvaguardar, promover, investigar y recuperar su vida y su obra”. Por esta razón, añade, crearon el Centro de Documentación y lo han ido enriqueciendo. “No es fácil conseguir las primera ediciones, porque no hay tantas y son caras. Sin embargo, hemos adquirido algunas y sabemos qué bibliotecas o coleccionistas poseen ejemplares valiosos”.
Comenta que, a partir de los tres libros antiguos que adquirieron, se pueden conocer los cambios y las correcciones que la propia Sor Juana propuso a los editores, es decir, tenía una visión crítica de su propia obra.
Descubres que hay un corpus definido, pero el orden varía. En uno aparece primero La respuesta a Sor Filotea, en otro está atrás. Son ediciones que no guardan la misma organización. Queremos cotejarlas, si los poemas están completos, si el orden es el mismo y ver si todos se incluyen en los tres tomos”, especifica.
Señala que, con base en las ediciones y reediciones que se realizaron, se concluye que la monja que cultivó la lírica, el auto sacramental, el teatro y la prosa era muy leída, como pocos, en España y Portugal en el siglo XVII. “De 1689 a 1725 hubo cinco o seis ediciones de ‘Inundación castálida’, por ejemplo. Esto es muchísimo si pensamos que poca gente leía y tenía acceso a los ejemplares”.
Por ello, indica, es vital que este año, tras declarar en noviembre pasado “mujer ilustre” a Sor Juana, se dediquen recursos sobre todo a la investigación de las obras de la escritora que aún no han sido localizadas.
El acervo se encuentra abierto al público en el centro de documentación de la Universidad del Claustro.