La pobreza y marginacion en comunidades de oaxaca
La pobreza y marginación en la que se encuentran comunidades de Oaxaca, se recrudece cuando sus habitantes son explotados para realizar trabajos que son mal remunerados.
A casi 5 horas de la capital de Oaxaca se encuentra el Barrio de la Ocotera, localidad que pertenece al municipio de San José el Peñasco, en esta zona los habitantes se dedican a cultivar maíz y frijol, sin embargo la falta de agua los ha orillado a buscar otros medios para poder subsistir.
Dorotea Ramírez, con la cabeza observando su lienzo, sacando y metiendo la ahuja narra cómo es que el bordado llegó a su comunidad, que para vivir se dedicaba anteriormente al cultivo y cosecha del maíz y frijol que comercializaba en localidades cercanas.
Sin perder la concentración en sus movimientos manuales Doña Dorotea recuerda con nostalgia como años atrás el campo era suficiente para mantener a las familias, sin embargo ahora ni el qué sus maridos salgan fuera a trabajar les garantiza el sustento que requieren.
“Nosotros sembrábamos maíz, frijol y el campo así nos daba de comer, pero ahora la milpa se seca y la planta de frijol no crece, y es que, no hay agua y la tierra ya se descompuso, ahora ya ni para nosotros nos da”, explica mientras cambia el color del hilo a la ahuja.
Con movimientos rápidos regresa a su bordado que tiene que terminar para que en unos días más, acuda a Santa Catarina Roatina, Miahuatlán donde busca a un grupo de intermediarios que les pagan 100 pesos por el bordado de 18 lienzos de diferentes figuras.
El lienzo que está por terminar está constituidos por formas denominadas muñequitos. Por lo menos cada trozo de tela se forma con 40 figuras que deben ser bordadas con distintos colores y para ello tardan por lo menos 6 horas.
Entre el campo, con los pocos animales de granja que tienen y las actividades del hogar han aprendido a combinar esta actividad que desde hace cuatro años se ha convertido en el sustento de la mayoría de las familias que conforman este barrio.
Sin embargo dice doña Dorotea, -quien combina el español con algunas palabras en zapoteco que es su lengua materna-, saben que el trabajo que hacen está mal pagado, pues sus bordados son utilizados para elaborar blusas que son exportadas a otros países.
Aunque no sabe el nombre de la empresa que compra a los intermediarios los lienzos, en Roatina les han dicho que a estas personas les pagan hasta en 25 pesos el lienzo, mientras que a ellos les compran el trozo de tela en un promedio de 5 pesos con 50 centavos.
En una comunidad donde el porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 7,93% (2,71% en los hombres y 12,57% en las mujeres) y el grado de escolaridad es de 4.79 (5.32 en hombres y 4.39 en mujeres), no hay muchas opciones para subsitir.
Por ello los habitantes de esta localidad han encontrado en esta explotación su manera de lograr mantener a sus hijos y lograr permanecer en sus comunidades.