Trump y sus rivales rebajaron el tono en debate republicano
Miami
El magnate inmobiliario Donald Trump y sus rivales a la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de EU rebajaron hoy el tono beligerante y agresivo de ocasiones anteriores y protagonizaron el debate más sobrio de los que se han celebrado hasta la fecha.
Trump, que lidera la carrera hacia la nominación republicana para las presidenciales de noviembre, y sus tres rivales mantuvieron una relativa cordialidad durante casi las dos horas del debate, que tuvo lugar en Miami, Florida, a pocos días de una jornada crucial en las primarias el martes próximo.
“Estamos juntos en esto. Tenemos que proponer soluciones. Tenemos que encontrar respuestas a los problemas”, dijo Trump, al referirse a los retos en seguridad que enfrenta Estados Unidos.
“No puedo creer lo civilizado que ha sido el debate hasta ahora”, subrayó el grandilocuente magnate, que tal y como había prometido, proyectó una imagen más seria, sin interrumpir a sus rivales y con un tono calmado de voz.
Sin insultos ni descalificaciones y con encontronazos más suaves de lo que venía siendo habitual entre los aspirantes, el debate de Miami (Florida) se centró en cuestiones como el comercio, la inmigración, la educación, el sistema de seguridad social y la política exterior.
Tanto Trump como el senador por Florida Marco Rubio (que estaba siendo uno de los más agresivos últimamente) ya insinuaron antes del encuentro que este debate iba a ser distinto, ya que el magnate avisó de que iba a mostrarse “presidenciable” y Rubio reconoció que había sido un error entrar en el terreno de lo personal.
Una de las primeras cuestiones que se abordaron fue cómo lidiar con el déficit y la deuda de EU, ante lo que Trump defendió que hay que deshacerse “del despilfarro, el fraude y el abuso”, que actualmente son “incontrolados”.
Tanto Rubio como el senador por Texas Ted Cruz consideraron la propuesta insuficiente y propusieron alternativas, pero siempre tratando de ceñirse al debate político y evitando las descalificaciones directas.
Subir edad de jubilación: Rubio
“Las cifras no cuadran. Hay que modificar la seguridad social, si no, tendremos una crisis de deuda”, respondió Rubio, quien propuso subir la edad de jubilación progresivamente hasta los 70 años para hacer sostenible el sistema de pensiones.
También Cruz defendió subir la edad de jubilación y comparó la propuesta de Trump de combatir el despilfarro, el fraude y el abuso con las medidas que defienden los demócratas y Hillary Clinton.
En materia migratoria, Cruz reiteró que si llega a la Casa Blanca “triplicará” la patrulla fronteriza, completará un muro en la frontera de México, y acabará con las conocidas “ciudades santuario”, localidades con políticas de no persecución a los inmigrantes ilegales.
En cuanto al comercio, Rubio defendió los beneficios de algunos de los tratados de libre comercio que ya ha rubricado Estados Unidos, y citó como ejemplo el firmado con Colombia, el cual consideró que ha generado grandes beneficios a su estado.
Por su parte, Trump defendió sus credenciales como empresario para hablar del asunto y dijo ser el mejor preparado dada su experiencia, y argumentó que las leyes actuales son malas “tanto para los trabajadores como para los empresarios”.
Florida tendrá sus primarias el martes, junto a Ohio e Illinois, tres grandes estados que otorgan todos los delegados en juego al ganador, y no de manera proporcional, por lo que muchas personas en el partido ven la jornada -en la que también participan Missouri y Carolina del Norte- como la última oportunidad de detener a Trump.
El magnate es el hombre a vencer, ya que hay ganado 15 de las 24 primarias realizadas hasta ahora. Además ha augurado que derrotará al senador Marco Rubio en su estado de Florida y al gobernador John Kasich en Ohio, lo que sacaría de la carrera a esos dos contrincantes.
Aunque el magnate se mostró más sosegado que en los debates anteriores, fue objeto de críticas de sus rivales, sobre todo de Rubio y del senador ultraconservador Ted Cruz.
Trump se reafirma sobre el Islam
Uno de los momentos de mayor intensidad de la noche llegó cuando Trump se reafirmó en su comentario de que la mayoría de los musulmanes odia a EU: “Yo no quiero ser políticamente correcto. Tenemos un problema serio de odio (en relación al Islam). Más vale que solucionemos el problema antes de que sea demasiado tarde”, alertó.
“En grandes mezquitas de Oriente Próximo tienes a gente gritando ‘¡Muerte a EU!’. Tenemos que expandir nuestras leyes (para combatir el yihadismo) o seremos una panda de primos, se están riendo de nosotros”, añadió el magnate neoyorquino.
Cuando Trump insistió en su polémico punto de que “muchos” musulmanes odian a Estados Unidos, Marco Rubio subrayó que una persona que aspira a ser presidente no puede decir lo primero que se le pase por la cabeza. “Sé que a mucha gente le gusta lo que dice Donald. El problema es que los presidentes no pueden decir lo que se les antoje”, dijo Rubio.
“No me gusta ser políticamente correcto. Me gusta resolver problemas”, respondió Trump. “Ser políticamente correcto no me interesa. Lo que me interesa es estar en lo correcto”, retrucó el senador.
Rubio contó una anécdota de una pareja de misioneros en Bangladesh que, según dijo, le contaron que están teniendo problemas en ese país por los comentarios de Trump sobre el Islam.
De manera parecida le respondió Cruz, para quien la respuesta al yihadismo “no es simplemente gritar ‘Islam malo'”, y dijo estar “preocupado” por el “lenguaje incendiario” de Donald Trump. También el cuarto aspirante en liza, el gobernador de Ohio, John Kasich, apuntó que no cree “que el Islam nos odie”, sino que se trata de “una secta” dirigida contra EU.
Revertir apertura a Cuba
Durante el debate en Miami, donde se concentra la diáspora cubana en Estados Unidos, los candidatos coincidieron en criticar la apertura del presidente Barack Obama hacia la isla, aunque con matices. Rubio y Cruz, ambos senadores de origen cubano, tuvieron las posturas más duras frente al deshielo iniciado por Washington y La Habana en diciembre de 2014.
“Sí, lo haría”, respondió Cruz a la pregunta de que si rompería las relaciones si fuera elegido presidente. Rubio, hijo de inmigrantes cubanos nacido en Miami, dijo que para tener relaciones con Cuba, la isla de régimen comunista “necesitaría cambiar, al menos su gobierno. Hasta hoy no lo ha hecho”. Más pragmático, Trump dijo que quería “un mejor acuerdo” que incluye más exigencias a la isla.
El de hoy fue el último debate entre aspirantes a la nominación republicana antes de la jornada crucial del próximo martes, en la que cinco estados celebrarán primarias: las preciadas de Ohio y Florida, donde el ganador se llevará la cifra total de delegados en juego, y también en Illinois, Misuri y Carolina del Norte.