Dólar golpea tiraje de libros de texto; Conaliteg produjo 30 millones de ejemplares menos

Excelsior

Para ahorrar recursos no se editó material nuevo para los profesores; por ello, los docentes tendrán que reciclar sus guías y materiales del año pasado.

CIUDAD DE MÉXICO..-La drástica subida del dólar en los últimos nueve meses puso en jaque la producción de los libros de texto gratuito para cerca de 27 millones de alumnos de educación básica.

Ante la devaluación del peso frente al dólar, que no había sido tan grave en años anteriores, la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) se vio forzada a producir 30 millones de ejemplares menos que en 2015 y buscar opciones extremas de ahorro para garantizar la distribución de 182 millones 305 mil textos para el ciclo escolar 2016-2017, que inicia el lunes.

Datos de esta comisión señalan que el alza de la divisa estadunidense mermó la producción de los libros para los niños de educación básica, por lo que este año no se editó material nuevo para los profesores, quienes tendrán que reciclar sus guías y ejemplares del año pasado.

De acuerdo con cifras de la Conaliteg, el gasto total para la producción de libros este año fue de dos mil 647 millones de pesos, pero, de no haber recurrido a medidas de ahorro, el costo final se habría elevado a dos mil 909 millones de pesos, es decir, 262 millones de pesos más de lo que se desembolsó.

“Hicimos menos libros para ahorrar, pero, de no haber adoptado ese tipo de medidas de contención por el alza del dólar, el costo por libro nos habría salido en 16.3 pesos en promedio, pero pudimos producirlo casi a precio del año 2014, conservando un costo de 14.56 pesos por libro”, explicó el director general de la Conaliteg, Joaquín Díez-Canedo Flores.

En entrevista con Excélsior, admitió que, al dispararse el precio del dólar, la Conaliteg tuvo que implementar medidas que evitaran el aumento drástico en los costos de producción de los libros de texto gratuito; pues, de no haberlo hecho, no habrían podido tener el mínimo de ejemplares para los casi 27 millones de estudiantes que cursan preescolar, primaria, secundaria y telebachillerato.

El ahorro, detalló, se logró gracias a que la industria papelera nacional le vendió a la Conaliteg 20 mil toneladas de papel bond a precio de 2014, a que las editoriales privadas accedieron a darles libros de años anteriores a un precio más bajo, y a que bajaron la producción de materiales para los docentes.

“En el gran insumo, que es el papel, conseguimos contener el alza de precios; en los libros de secundaria y de inglés aplicamos una política de amortización de la inversión editorial, si el libro no era nuevo, que disminuyera el precio, y también hicimos menos libros, fueron las tres cosas que hicimos para ajustarnos un poco”, explicó.

Junto estas acciones de ahorro, la comisión tuvo que recurrir al reciclaje de materiales para los docentes, de modo que desde abril pasado envió avisos a las escuelas para informar a los profesores que para el próximo ciclo escolar no iban a recibir libros nuevos, por lo que debían conservar los del ciclo pasado.

“Se pudo sacar la producción, pero sí estamos pidiendo a los maestros que guarden sus libros. Ahora les estamos pidiendo que vuelvan a usar el libro que ya tenían, así como el libro que les dan a sus alumnos y él conserva un ejemplar, porque este año no les darán”, señaló.

IMPULSAN RECICLAJE

El director general de la Conaliteg, Joaquín Díez-Canedo Flores, comentó que en abril pasado invitaron a los subsecretarios de educación básica de los estados a difundir el mensaje a los maestros de que para el nuevo ciclo escolar no recibirán libros nuevos, a fin de que los conserven.

Junto a esta medida, añadió que desde 2015 iniciaron un programa piloto de reciclaje con escuelas de Puebla, Hidalgo y Morelos y, para este año, se añadieron Jalisco, Querétaro y Guanajuato, de modo que son seis estados los que adoptaron el programa piloto de reciclaje, a fin de que los niños y papás decidan si regresan algunos libros de texto.

“El mensaje es: los libros son tuyos, pero si no te vas a quedar algunos, déjalos en tu escuela, nosotros los recogemos y los reciclamos para hacer libros nuevos para ti, para el año que sigue o para los niños que vienen después de ti”, pero eso no significa que se venderán, porque los libros de texto siguen produciéndose cada año y son gratuitos para los alumnos, concluyó Díez-Canedo.

44% llega con un mes de retraso

Aunque la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito (Conaliteg) concluye la distribución a las entidades un mes antes de cada nuevo ciclo escolar, los textos no llegan a las manos de los niños en tiempo y en forma.

Cada año, cerca de 44% de los más de 26 millones de alumnos de educación básica se queda esperando de una hasta cinco semanas sus libros, porque las autoridades de sus estados no logran llevarlos a las escuelas de forma oportuna.

“Nos hemos preocupado por evaluar con qué oportunidad llegan los libros a las escuelas y si llegan completos; pero, lógicamente, no estamos al 100 por ciento”, admitió el director general de la Conaliteg, Joaquín Díez-Canedo.

De acuerdo con una encuesta que hizo la comisión en 2014, 56% de los estados logra tenerlos listos en las escuelas la primera semana de clases, lo que significa que más de 11 millones 500 mil estudiantes no reciben sus libros en los primeros siete días del curso.

Un mes y una semana después de que inicia el ciclo escolar, 7% de los alumnos sigue sin libros de texto.

“Normalmente son los estados que tienen la geografía más complicada, los más grandes, como Chihuahua, Veracruz y Oaxaca, y que tienen más dificultad de comunicación”, justificó el director de esta comisión.

Apuntó que la Conaliteg tiene que buscar que los libros lleguen completos a cada estudiante, por lo que es necesario mejorar la distribución con los responsables en cada entidad.

 

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