¡Adiós a la observación del majestuoso tiburón blanco en Isla Guadalupe!

La Conanp publicará las modificaciones al Programa de Manejo que prohíbe todas las actividades turísticas y recreativas en la reserva marina.

EXCELSIOR

La observación del majestuoso tiburón blanco en jaulas, que hizo famosa a nivel mundial a la Isla Guadalupe, en Baja California, pasará a la historia una vez que la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), publique las modificaciones al Programa de Manejo, que prohíbe todas las actividades turísticas y recreativas en la reserva marina.

 

“No se podrá llevar a cabo la observación de tiburón blanco con fines turísticos, para evitar alterar su hábitat, comportamiento y sitios de alimentación”, establece la regla 66.

De acuerdo con el documento de 709 páginas en poder de Excélsior, la investigación científica también estará acotada, ya que el monitoreo y marcaje del tiburón blanco “no se podrá realizar mediante buceo, y será exclusivamente desde embarcaciones”.

 

“Sólo se permitirá buceo autónomo para las actividades de investigación científica o monitoreo del ambiente que cuenten con la autorización correspondiente. En caso de encontrarse con individuos de tiburón blanco, se deberá cesar la actividad inmediatamente”, señala.

Además, el nuevo Programa de Manejo, que actualiza al publicado hace 11 años, prohíbe el desembarco con fines turísticos, la apnea, todo tipo de buceo recreativo y el uso de mecanismos presurizados como campanas de buceo, pequeños submarinos y jaulas móviles.

De igual forma, cancela la pesca deportiva de atún aleta amarilla, atún aleta azul, peto y jurel, pero en contraste mantiene la pesca comercial que realiza la cooperativa local de especies como langosta, abulón, pepino de mar y caracol.

“Regla 57. Debido a los impactos negativos en la fauna nativa y con sustento en el principio precautorio, se prohíbe la pesca deportivo-recreativa en la Reserva.

Regla 58. En la Reserva se prohíbe la pesca comercial, salvo la que se realiza en embarcaciones menores por los miembros de la Cooperativa”, indica.

 

Se acabó

El principio del fin para las actividades turístico-recreativas en esta recóndita área natural protegida, a donde se llega después de navegar entre 18 y 22 horas desde el puerto de Ensenada, inició con la pandemia de Covid-19, ya que, durante todo un año, el Gobierno de México canceló el acceso con el fin de evitar la propagación del virus.

Las visitas a la Isla Guadalupe se reactivaron en abril de 2021, pero el gusto para los prestadores de servicios turísticos sólo duró 12 meses, porque el pasado mes de mayo, de nueva cuenta la Dirección Regional de la Conanp, anunció la suspensión de actividades hasta el 31 de diciembre, argumentando que adoptaría “mejores prácticas de sustentabilidad”.

A la par se inició una consulta pública sobre el nuevo Programa de Manejo de la reserva marina, por lo que se prevé que el cierre se vuelva permanente, una vez que sea publicada la nueva regulación en el Diario Oficial de la Federación (DOF), antes de que concluya el año.

 

Amparos

Las cinco empresas que llevaron turistas a la observación del tiburón blanco en jaulas, hasta la temporada de julio-octubre de 2021, presentaron demandas de amparo contra la suspensión temporal decretada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

Los jueces dieron entrada a los juicios, pero no avalaron las medidas cautelares, que hubieran permitido a los cruceros realizar sus actividades, en tanto se resuelve el fondo del asunto.

De igual forma, empleados y clientes de estas empresas iniciaron litigios contra la determinación de la Conanp de cancelar las actividades en Isla Guadalupe, que siguen su curso en los tribunales.

De acuerdo con prestadores de servicios turísticos, tras tomar esta decisión, el gobierno mexicano dejará de recibir tan sólo por concepto de pago de derechos 13 millones 500 mil pesos.

La derrama económica directa al municipio de Ensenada, en los cuatro meses que dura el avistamiento del tiburón blanco, era de aproximadamente 147.2 millones de pesos por adquisiciones operativas y salarios directos, así como de 99.2 millones de pesos en mano de obra e insumos de astilleros y capital.

La operación de los barcos y las empresas generan empleos directos para 129 familias, y empleos indirectos para otras 250 personas.

Entre 2016 y 2019, más de ocho mil turistas, la mayoría extranjeros, llegaron hasta el área natural protegida.

En muchos de los viajes, científicos eran apoyados para ser transportados de manera gratuita hasta Isla Guadalupe, para que pudieran realizar sus monitoreos, por lo que también las investigaciones podrían resultar afectadas, debido a lo caro que resulta llegar hasta la reserva marina.

Otro punto importante, que destacaron los inconformes, es que aumentará la pesca furtiva, ante la ausencia de embarcaciones, y en una sola noche un barco tiburonero podría arrasar con todos los ejemplares presentes en la zona.

Excélsior solicitó a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, conocer su postura sobre el cierre de la Reserva de la Biosfera Isla Guadalupe a las actividades turísticas y recreativas, así como el posible aumento de la pesca ilegal y el impacto a la investigación científica, pero hasta el cierre de esta edición, no recibimos respuesta.

 

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