Sección 22 de la CNTE aterroriza a los maestros

CNTEIgnacio Martínez Platas
AGENCIA JM
Con métodos al estilo delincuencial la Sección 22 de la CNTE aterroriza a los maestros que de alguna manera afectan sus intereses económicos, políticos, sindicales e ideológicos, recurriendo para ello a “levantones”, secuestros exprés, torturas físicas y psicológicas.
Entre sus prácticas delincuenciales también destacan la destrucción de cámaras de video vigilancia de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), para evitar ser identificados en actos vandálicos, que incluyen cobros por derecho de piso a comerciantes que por años mantuvieron bajo su control, lo mismo que a los taquilleros de las terminales “patito”.
El más claro ejemplo de éstas prácticas delincuenciales, fue el caso del profesor Oscar Soriano Lozano, quien el pasado 14 de diciembre fue “levantado” por desconocidos que lo encapucharon y llevaron a una casa de seguridad en donde lo torturaron, no sin antes quitarle el sello de la escuela y documentos oficiales.
El recién nombrado director de la escuela, fue liberado al día siguiente con huellas de tortura y golpes en todo el cuerpo, por lo que el profesor denunció penalmente los hechos ante el Agente del Ministerio Público y en la Dirección Jurídica del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), para iniciar con las investigaciones.
El profesor, que días antes había sido designado por el IEEPO como director de la Escuela Primaria Guadalupe Hinojosa de Murat, fue rechazado en el plantel por un grupo de maestros afines a la Sección 22 de la CNTE, encabezados por la ex directora Lidia Esther Cruz Ruíz.
La resistencia de los maestros de la CNTE, fue para evitar que las investigaciones dejaran al descubierto toda la corrupción en las que incurrió la ex directora del plantel, al hacer mal uso de los recursos del programa “Tiempo Completo” y a la vez solapaba a profesores sin título y sin perfil docente que protegía la Sección 22 de la CNTE.
Es el caso más reciente de los que han generado al menos un centenar de denuncias penales, en contra de igual número de profesores que han incurrido en éste tipo de prácticas delincuenciales.

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