Exigen que ecologista siga preso por crimen

El imparcial
Está acusado de emboscar y matar a un grupo de pobladores de San Miguel Aloápam; grupo antagónico lo considera defensor de los bosques.

Para pedir nuevamente que Pablo no sea liberado y que por el contrario, se le sentencie por el asesinato de unos comuneros, pobladores de San Miguel Aloápam, perteneciente a la Villa de Etla, se manifestaron ayer en el Juzgado Penal de Etla, en el que se llevaría a cabo una diligencia.

A las 09:50 horas, un aproximado de 300 personas, encabezadas por Joaquín y Juan, presidente municipal y presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Aloápam, se plantaron frente a las oficinas, llevando mantas y lanzando consignas.

“Se tiene programada una diligencia con Pablo, los inconformes se oponen a su excarcelación y demandan que la audiencia sea celebrada en el interior del reclusorio, ya que estiman que después de esta audiencia el procesado pueda ser liberado, lo que exigen es justicia, que el interno sea sentenciado”, explicó un mando policiaco.

“No incidente a la libertad”, “Sentencia condenatoria a Pablo por el asesinato de Matildio”, “Pablo no es defensor del bosque, no es preso político, es asesino”, se lee en las mantas de los manifestantes.

Pablo, al igual que su esposa Yolanda y otros familiares, tienen medida cautelar emitida por la Defensoría de Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, dentro del expediente DDHPO/CA/0336/ (01)/OAX/2015.

¿Quién es Pablo?

Pablo es el principal acusado de la emboscada a Eladio, Matildo, Arturo y Bernardo, en el año 2007.

De acuerdo con los antecedentes, habitantes de San Isidro Aloápam los atacaron en el paraje Agua Paloma, en el que realizaban un tequio de saneamiento del bosque por la plaga del gusano descortezador.

A las labores acudieron decenas de personas con machetes, hachas, motosierras y otras herramientas de trabajo; sin embargo, cuando se encontraban en el paraje Agua Paloma, fueron atacados con disparos por supuestos habitantes de San Isidro Aloápam.

Más tarde, hombres armados asesinaron a cuatro de sus vecinos, identificando entre los atacantes a Pablo, quien fue detenido por los propios habitantes y no por la policía.

Esta persona fue entregada a las autoridades para iniciar las investigaciones y se le castigue conforme lo marca la ley, pero hasta la fecha no se le ha sentenciado.

Desde entonces, los habitantes de San Miguel se inconforman, pues temen de que sea dejado en libertad, ya que algunos grupos y organizaciones civiles piden a la vez, su liberación.

Un activista ecologista: CIPO

Para organizaciones como el Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón, a Pablo se le han prefabricado los delitos de homicidio calificado y tentativa de homicidio por priistas paramilitares de San Miguel Aloápam, en complicidad con la Semarnat, Conafor y los gobiernos en turno, pues todos ellos se benefician de las ganancias que se obtiene del negocio de la madera sin importarles que el bosque se muera, que cada día haya menos agua y que el desequilibrio ecológico que existe provoque que proliferen los gusanos descortezadores en la zona que por generaciones los comuneros de San Isidro Aloá-pam han cuidado.

Pablo, según sus comunicados, se ha distinguido por la defensa del bosque, pero ahora los talamontes de San Miguel Aloápam le están inventando delitos graves para que no salga de la cárcel, es por eso es que se presentó el amparo 1158/2010 contra el auto de formal prisión que la juez de Etla le dictó el 18 de agosto de 2010.

En dicho amparo, se mencionan las irregularidades que existen en el expediente 102/2007, demostrando que no existió una investigación real y por el contrario, el Ministerio Público da por cierto y verdadero lo que las autoridades y testigos de San Miguel le contaron, por lo que no existen elementos que lo incriminen.

En mayo pasado, representantes de 13 comunidades e integrantes del CIPO- RFM, se trasladaron a la penitenciaría de la Villa de Etla para exigir la libertad inmediata de su compañero Pablo, detenido el 15 de agosto de 2010.

Incluso, el indígena ecologista Pablo y otros 10 participaron en una huelga de hambre ante las supuestas injusticias.