Anuncian nueva reparación en L12; buscan eliminar las curvas más cerradas

1351511El Metro realiza trabajos para determinar si rediseña el trazo cercano a la terminal Tláhuac para convertirlo en línea recta; no suspenderá el servicio

El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro dio a conocer que busca eliminar las curvas 1 y 2 de la Línea 12, que son las que más desgastan a los trenes, a 65 metros de la terminal Tláhuac.

De acuerdo con el director general del STC, Jorge Gaviño, los trabajos están en fase de análisis para determinar el camino a seguir: trazar una línea recta y eliminar las curvas 1 y 2 o ampliar el radio de las mismas.

Ambas curvas fueron construidas para hacer el cambio de vías para los trenes que llegaban a la terminal y que debían retomar el servicio hacia Mixcoac.

El espacio dentro del predio de Temorrotitla, en donde se construyó la zona de maniobras y las naves de mantenimiento, reperfilado y limpieza de trenes, será el factor clave para dar luz verde al planteamiento del Metro, sin que sea suspendido el servicio para los usuarios.

“Lo ideal sería tener una recta en lugar de una curva; si no logramos tenerla, por situaciones técnicas de espacio, vamos a modificar la curva de acuerdo con un proyecto ejecutivo en el que ya se está trabajando”, explicó Gaviño.

Trabajan arreglo de curvas más dañinas

El STC estudia desmantelar o bien convertir en línea recta las  curvas 1 y 2, en la zona de cambio de vías, para evitar daños en rieles y trenes.

El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro aún tiene por resolver las dos curvas de menor radio de la Línea 12 y por tanto las que más desgaste prematuro generaron a los trenes.

Las solución más radical sería eliminar las curvas 1 y 2, pero depende de que sea técnicamente posible hacerlo utilizando el espacio donde se construyó la zona de maniobras y mantenimiento de los convoyes. De no ser así, ya existe un proyecto ejecutivo en proceso para intervenir el radio que generan las vías.

Debido a que un cambio de trazo en el viaducto elevado es inviable como solución al desgaste ondulatorio por la imposibilidad de reconstruir la ruta, la modificación sería posible si el Metro encuentra técnicamente posible hacerlo dentro del área de talleres, ya que ambas curvas están ubicadas a unos 65 metros de los andenes de llegada y salida en la terminal Tláhuac.

El estudio contempla el desmantelamiento total de ambas curvas y un rediseño del trazo para convertirlo en una línea recta con la que se evitarían daños en rieles y trenes por la transmisión excesiva de esfuerzos.

El espacio dentro del predio de Temorrotitla, en donde se construyeron la zona de maniobras y las naves de mantenimiento, reperfilado y limpieza de trenes, será el factor clave para dar luz verde al planteamiento del Metro.

Jorge Gaviño, director del STC, indicó que “lo ideal sería tener una recta en lugar de una curva; si no logramos tenerla, por situaciones técnicas de espacio, vamos a modificar la curva de acuerdo con un proyecto ejecutivo en el que ya se está trabajando también en Systra”, dijo.

Ambas curvas se construyeron para hacer el cambio de vías de los trenes que llegaban a la terminal y debían retomar servicio hacia Mixcoac, algo que hacían hasta 628 veces antes de que el tramo elevado fuera cerrado.

De las 66 curvas que conforman el trazo de la línea, la 1 y 2 son las de menor radio, con 108 y 112 metros respectivamente, y fueron las que mayores daños registraron en los rieles y los provocaron a las ruedas de los trenes.

El 18 de marzo de 2014, seis días después de que la línea fue parcialmente cerrada, el entonces director del Metro, Joel Ortega, señaló que esas dos curvas tendrían que ser reconstruidas por los daños excesivos que causaban en rieles, ruedas y bogies.

Esa observación fue confirmada casi tres meses después en el informe final de Systra a la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) en el que señaló el trazo de curvas con radios menores a 550 metros como una de las causas que originaron el desgaste ondulatorio. Ese mismo día, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, confirmó que las curvas 1 y 2 tendrían que ser modificadas.

A pesar de que la L12 retomó actividades en sus 25.1 kilómetros el 29 de noviembre pasado, ambas curvas siguen fuera de operación y han obligado a implementar un procedimiento de retorno en “U” para evitar daños en los trenes.

No obstante, Gaviño indicó que en tanto se define si la construcción de una vía recta es posible o se opta por otro procedimiento para rehabilitar las curvas, la Sobse llevará a cabo una intervención temporal para que puedan ser utilizadas.

Dieron al Metro garantía semestral

Previo a la apertura total de la Línea 12, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) recibió dos documentos que garantizan hasta por seis meses la correcta funcionalidad de todos los elementos que fueron renovados durante el proceso de rehabilitación

Luego de este periodo, en mayo de 2016 aproximadamente, el Metro deberá recibir un certificado pleno de operación en el que se garantice que los 25.1 kilómetros de la Línea Dorada operan con seguridad.

“Tenemos dos documentos, uno de TÜV Rheinland y otro de Systra en el que están certificando la seguridad de la vía por seis meses; es una certificación temporal que tendrá que ser renovada. Una vez que tengamos toda la línea a punto”, dijo Jorge Gaviño, director del STC.

La entrega de este documento dependerá de que el Metro concluya los trabajos de mantenimiento correctivo en el tramo del túnel, en donde existen por los menos siete curvas con radios menores a 550 metros que tienen daños por desgaste ondulatorio; además de la reparación de las curvas 1 y 2 en la zona de Tláhuac.

Gaviño aseguró que desde el domingo pasado no se ha detectado algún tipo de anomalía en los elementos de la vía que fueron renovados en el tramo elevado ni en la flota de trenes.

“La vía está perfectamente estable, estamos en condiciones óptimas de conducción con pilotaje automático con velocidad de crucero que llega por momentos a los 75 kilómetros por hora, 60 kilómetros por hora en las curvas 11 y 12. No hay ningún problema”, comentó.

Adelantó que las siete curvas con radios menores a 550 metros serán atendidas al término de cada jornada de servicio y cada seis meses tendrán que ser sometidas a un procedimiento especial de reperfilado.

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