10 de Mayo adelantado a cetemistas.

Por Horacio Corro Espinosa

Seguramente todo mundo tiene un callo en alguna parte de su cuerpo. Los callos salen sobre la epidermis después del roce con algún objeto sobre nuestra piel. Los callos, también, son escandalosísimos, y eso que no hablan. Una persona puede usar zapatos de piel y todo mundo saber que el poseedor tiene callos o juanetes.

Hay muchos tipos de callos. El callo que les salía a los niños jugadores de canicas, aunque los niños de hoy, yo creo, no conocen esas esferitas.

Es frecuente ver callos en los codos, bueno, no exactamente en el codo sino un poquito más abajo, ahí donde todo mundo se apoya para descansar el cuerpo o simplemente el mentón, y que a fuerza de tanto uso se va poniendo negro.

Está el callo del político que le sale en la puntita de la lengua. De ahí viene esa frasecita que todos dicen a la hora de convencer a alguien para que hable en público: “tu aviéntate, tu ya tienes callo”.

Curiosamente ayer, mucha gente de la ciudad de Oaxaca, se descubrió un callo en su cuerpo.

Resulta que ayer, integrantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), bloquearon la Ciudad de Oaxaca. Cuando estos miembros de esa organización comenzaron a colocar camiones de volteo, taxis y mototaxis en los cruceros y las vialidades más importantes de la capital del estado, la gente común y corriente, se adhirió a ellos en su festejo, pues les comenzaron a mandar felicitaciones a sus mamacitas santas. Pues en qué otra cosa puede pensar la ciudadanía cuando tan cerca está el 10 de mayo.

Más tarde la gente supo que en realidad, no se trataba de un festejo adelantado, sino de la exigencia de estos, a las autoridades gubernamentales de Oaxaca para que se ejecuten las órdenes de aprehensión en contra de los miembros de la Confederación Nacional de la Productividad (CNP), por el asesinato de uno de sus agremiados durante un enfrentamiento en el que se disputaban el contrato laboral de “Home Depot”.

Pero eso no fue todo, los cetemistas, con sus bloqueos, exigían la liberación de sus compañeros detenidos, quienes son acusados de participar en ese  zafarrancho.

Al enterarse la población de que no se trataba de un festejo adelantado del 10 de mayo, sino para que liberaran a sus delincuentes compañeros, surgió otro tipo de adhesión a este cuerpo cetemista. Las felicitaciones se convirtieron en maldiciones hacia las cabecitas blancas que pario a cada uno de ellos.

Después de tres prolongadísimas horas, los bloqueadores se fueron a su casa con su lomo bien cargado de regalos para la jefecita de la casa.

Mientras tanto, la gente tuvo que caminar y caminar para trasladarse de un punto a otro de la ciudad, pues el tráfico se convirtió en un nudo gigantesco. Esto provocó que la gente se descubriera un callito en la planta de los pies a consecuencia de la caminata forzada.

Lo cierto es que ayer, estos tipejos forzaron una tradición diaria de la ciudad, como son los bloqueos, para presionar a las autoridades y a través de ellos, se liberen a unos sujetos que se encuentran presos. Parece que ahora las marchas y plantones no sólo servirán para pedir recursos, sino para liberar a delincuentes. Esto es lo que nos hacía falta en Oaxaca.

Después de negociaciones, los cetemistas lograron su primer capricho con el gobierno del estado: La realización de una mesa de trabajo directa con el gobernador Gabino Cué, quien por cierto, es el único oaxaqueño que no tiene callo. El día que él tomé la espada de ley para ofrecer al pueblo orden y paz, sabrá lo que es tener un callito como el que cargamos los ciudadanos oaxaqueños.

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