México necesita más librerías: presidente de la Caniem

CIUDAD DE MÉXICO.

México necesita más librerías, más bibliotecas públicas y que las instituciones gubernamentales no sólo piensen en alfabetizar. Que se promueva el valor real del libro, para que éste no sea comparado con un zapato; que se incluya a las librerías bajo del régimen de tasa cero y que el Estado combata con seriedad la piratería de libros, dado que hoy dos de cada diez títulos son presa de este flagelo.

Éstas son algunas ideas urgentes que planeta Carlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), quien desde hace medio siglo trabaja en el mundo del libro y dibuja un diagnóstico para Excélsior en el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de autor que hoy es celebrado en todo el mundo.

De acuerdo con cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), nuestro país cuenta con dos mil 700 librerías y siete mil 427 bibliotecas. A pesar de ello, Anaya ha encontrado un panorama no tan alentador.

Y aunque la Ciudad de México es la entidad del país con el mayor promedio de librerías por habitante —registra un punto de venta por cada 16 mil personas—, la realidad es que la Unesco ha señalado que el escenario ideal es de una librería por cada siete mil 500 habitantes. A este panorama se suma un dato insospechado: en China existen al menos dos mil librerías destinadas a la venta de libros en español, apuntó Anaya Rosique.

Hace poco me reuní con un grupo de académicos provenientes de China, quienes me contaban que en su país hay dos mil librerías en lengua española. Esa cifra resulta demasiado pequeña para los chinos, pero son casi las que existen en todo México. Esto me dio tristeza, pero también mucho gusto, porque los chinos están interesados en un idioma que no es el suyo”, dijo.

¿Qué entidades de México tienen el mayor número de librerías por habitante?, se le cuestionó a Anaya Rosique. “El primer lugar es la Ciudad de México, con una librería por cada 16 mil habitantes; Morelos y Querétaro tienen una por cada 33 mil, Colima y Campeche una por cada 36 mil y Baja California Sur con una librería por cada 37 mil personas”.

¿Y las que están en el extremo opuesto? “Bueno, Zacatecas es una de las entidades con menos suerte, porque sólo tiene una librería por cada 82 mil habitantes; le sigue Durango, con una por cada 73 mil; Sinaloa, con un punto de venta por cada 69 mil; Sonora, con una cada 63 mil, y el Estado de México, con una librería por cada 62 mil personas”.

¿Cuál es el panorama de las bibliotecas públicas? “Los datos presentados en el Quinto Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto nos revelaron que hay 669 bibliotecas en el Estado de México, 612 en Puebla, 563 en Tabasco, 514 en Veracruz, 470 en Oaxaca 411 en la Ciudad de México 411. En este punto me parece muy interesante el caso de Oaxaca, que deberíamos estudiarlo”.

PIRATERÍA
Anaya Rosique destacó que en México se producen cerca de 26 mil títulos al año, de los cuales cinco mil son novedades, y el resto reimpresiones. Sin embargo, reconoció que no existe biblioteca alguna que pueda adquirir al menos un ejemplar de cada nuevo título.

¿Cuál es su opinión sobre el programa Bibliotecas de Aula que fue suspendido en 2017? “Creo que el Estado lo ha hecho bien, porque surtieron a todas las aulas del país de libros. Lo lamentable es que los chavitos pudieron encontrar libros que les hubiera gustado tener en su casa para construir su propia biblioteca, pero en muchos lugares del país no hallaron alguna librería para comprarlos, y si lo lograron… quizá no encontraron el libro”.

¿Qué debiera hacer el Estado al respecto? “Quizá el Estado podría comprar un ejemplar de cada nuevo título por cada una de sus bibliotecas. Sé que es una locura lo que estoy diciendo, pero es una idea de la que podría nacer alguna propuesta”.

¿Qué opina sobre la operación de bibliotecas como la México en la Ciudadela y la José Vasconcelos? “La Vasconcelos está haciendo un trabajo cultural interesante, aunque pienso que se concentraron más en los huesos que en la carnita (la adquisición de libros) y debieron buscar donación de libros. Pero veo una biblioteca viva que ha generado una actividad cultural en el entorno. Sin embargo, a mí me parece una biblioteca un poco fría.

Y sobre la México, creo que mantiene la atención de estudiantes que van a hacer tarea; no la veo con una gran actividad cultural, y aunque resguarda los acervos de las bibliotecas Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis, me parece más de museo que de consulta. Esas bibliotecas debieron ubicarse de otra manera. Por ejemplo, la de Monsiváis yo la habría dejado en la colonia Portales para hacer la Biblioteca de la Crónica, pero es una idea personal”.

¿Cómo ha impactado el crimen organizado en el mundo del libro? “El gran problema se llama piratería. En este entorno de violencia y de ilegalidad existe la piratería de libros como un negocio bien arraigado. Pero no me refiero al estudiante que fotocopia un libro, sino la producción en masa de libros pirata. Eso sí que nos ha afectado, porque al menos dos de cada diez títulos son pirateados”.

“PROHIBIDA SU VENTA”… Y LO VENDE
El pasado miércoles 4 de abril el usuario Kike Gil circuló en redes sociales una inconformidad contra la Librería Educal del Centro Cultural Elena Garro —ubicada en la calle de Fernández Leal 43, en el Barrio de la Concepción— luego de que le vendiera un libro prohibido.

Ayer por la noche adquirí este bello ejemplar de Rafael Bernal (Caribal. El infierno verde), (pero) al llegar a casa y hojearlo, me doy cuenta que en Educal puedes “comprar libros prohibidos” a muy buen costo”, dijo junto a la imagen del libro que contiene un sello con la leyenda: “Conaculta. Prohibida su venta” y la fotografía del ticket que suscribe la compra por 126.50 pesos.

La compra fue hecha a las 20:21 y quedó registrada con el folio 75112. Sin embargo, tras la denuncia, el pasado 20 de abril fue bloqueado por las redes sociales de Educal y de la Secretaría de Cultura, sin explicación alguna.

El pasado 4 de abril publiqué una imagen sobre la compra de un libro con sello de ‘Prohibida su venta’ en Educal… ahora la librería y la Secretaría de Cultura me han ‘prohibido’ a su comunidad facebookera para nunca más etiquetarlos”, dijo.

Al respecto se cuestionó a Carlos Rojas Urrutia, gerente de mercadotecnia de Librerías Educal, quien aseguró no tener conocimiento del hecho: “Educal mantiene un monitoreo permanente de sus redes sociales, que sirven como un canal de atención con nuestros clientes y usuarios. No estamos exentos de errores, pero no tenemos registro de dicha queja o publicación”.

También se le inquirió sobre el reciente cierre de la sucursal Artemio de Valle Arizpe, en Saltillo, luego de que el espacio que ocupaba fuera destinado a la Academia Interamericana de Derechos Humanos, así como el cierre de dos sucursales en Puebla por los sismos de septiembre de 2017.

Siempre que una librería se cierra se busca la posibilidad de reubicarla en la misma entidad. En el caso particular de Saltillo se evalúa actualmente una propuesta que realizó el gobierno del estado. Y en Puebla se trabaja, en conjunto con el gobierno local, para encontrar nuevas ubicaciones para cada librería afectada por los sismos”.

INCREMENTO EN VENTAS
En el marco del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, Rojas detalló que, luego de las afectaciones por los sismos de septiembre de 2017, hay 83 librerías en operación, 21 de las cuales están en la Ciudad de México y 62 en los estados.

Reconoció que las tres librerías con mejores ventas están en la ciudad y son: Aeropuerto Terminal 1, Centro Cultural Elena Garro —arriba mencionada— y Palacio de Bellas Artes, mientras que las tres con menos ventas son las ubicadas en Chetumal, Huamantla y Nogales.

Detalló que la facturación de Educal —incluyendo los canales de ventas institucionales, ventas especiales a terceros, librobús y librería virtual— alcanzó 159.9 millones de pesos en 2016 y 162.9 millones en 2017. Y adelantó que en este momento Educal pretende la mejora y reubicación de algunas librerías en Chilpancingo —reubicada y que hoy será inaugurada dentro del Palacio de la Cultura—, así como en Taxco, Tlaxcala y Chetumal, y dos más en Morelos y Puebla, afectadas por el sismo del pasado 19 de septiembre.

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