“El Bronco” revisará “a detalle” deudas de NL
Asume como gobernador entre aplausos y asegura que “se acabó la fiesta de los bandidos”, pues auditará a todas las dependencias.
REDACCIÓN
México
Anoche, diez minutos antes de las 11 de la noche, Jaime Rodríguez Calderón El Bronco rindió protesta como gobernador constitucional de Nuevo León en medio de aplausos.
Tras la ceremonia protocolaria de cambio de poderes, pronunció su primer discurso oficial, en el que aseguró que “se acabó la fiesta de los bandidos”.
Confirmó una auditoría exhaustiva en todas las dependencias y anunció que, antes de pagar cualquier deuda, revisará de forma detallada las cuentas para determinar su legalidad.
Rodríguez adelantó que su gabinete estará conformado por personas sin militancia política para evitar que los intereses electorales afecten su administración.
Acompañado por su esposa, hijos y mamá, aseguró que basará su trabajo en cinco ejes fundamentales: desarrollo humano, trabajo cercano con el magisterio, apoyo a la juventud, movilidad y trabajo con los municipios rurales.
Asimismo, El Bronco se dio un plazo de seis meses para construir el plan de gobierno específico que utilizará en los próximos seis años.
En un largo discurso, advirtió que en Nuevo León no se volverá a pagar un centavo a la corrupción e instó a sus coterráneos a “jalar parejo” aun cuando saben que trabajarán cuesta arriba para sacar adelante un estado “hipotecado por la corrupción de muchos que se creyeron reyes y no gobernantes”.
Al finalizar, salió del Congreso local rumbo a la Macroplaza de Monterrey, donde encabezó una verbena popular. Pese a que la toma de protesta estaba programada para las 22:30 horas, los operativos de seguridad se desplazaron desde temprana hora; elementos de Fuerza Civil colocaron vallas de metal para delimitar las áreas que rodean el palacio de gobierno, la Macroplaza, el Congreso y calles aledañas.
El Bronco se afilió al PRI a los 27 años, trabajó en la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos en la Ciudad de México, fue diputado local y federal, y se destacó por estar siempre muy cerca a las organizaciones campesinas. Además fue alcalde del municipio de García de 2009 a 2012 y se declaró candidato independiente en 2014.
Su campaña tuvo algunos detractores, pero ningún comentario en contra impidió que continuara, incluso fue más directo en sus respuestas, pues contrario a otros candidatos, él no descartaba responder incluso con palabras altisonantes ante cualquier cuestionamiento.
Su personalidad ya era conocida desde que se desempeñó como presidente municipal, y lo calificaban de alguien que enfrenta sus problemas.
La noche del 7 de junio por primera vez un candidato sin partido se perfilaba para gobernar un estado. Antes de finalizar los conteos preliminares, el candidato independiente ya se colocaba como el virtual ganador de la contienda electoral en Nuevo León, con 49.4 por ciento; con poco más de 20 por ciento le seguían Felipe de Jesús Cantú, candidato del PAN, e Ivonne Álvarez, del PRI.
Su triunfo era casi irrefutable al ver en las calles del primer cuadro de la ciudad a miles de personas para celebrar el triunfo del un candidato sin partido.
Supo aprovechar las redes sociales, Facebook y Twitter, para acercarse a la gente, presentarse y preguntar qué era los que buscaban en un candidato, ejercicio que repitió para la conformación de su gabinete.
Primeros enfrentamientos
Entre sus primeras declaraciones están el de dedicarse a ordenar las finanzas de Nuevo León, pues calificó de “piltrafa administrativa” lo que dejó su antecesor, el priista Rodrigo Medina de la Cruz, a quien también acusó de dilapidar los recursos estatales.
Después de una audiencia que sostuvo con el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, declaró que Nuevo León contaba con una deuda de 66 mil millones de pesos, lo que revisará profundamente, pues la entidad no puede avanzar con ese déficit; por ello pidió al funcionario federal consideración, por ser un estado que le da mucho a la Federación.
El Bronco tampoco quedó fuera del alcance de las críticas de Andrés Manuel López Obrador, quien el 27 de septiembre lo señaló como parte de “la mafia del poder”, a lo que Rodríguez Calderón respondió que “ya le dio miedo, la Presidencia no es de él, nadie se la ha robado. Él no ha sido capaz de ganarla”; además, dejó en claro que por el momento su compromiso es con la guberntura de Nuevo León.
