CUIDAR CALIDAD DE ALIMENTOS EN DÍAS DE CALOR, RECOMIENDA PRESTACIONES MÉDICAS DEL IMSS OAXACA
*El consumir alimentos descompuestos provoca daños gastrointestinales, dicen médicos del IMSS
En la temporada de calor se incrementan, en promedio, en veinte por ciento las infecciones gastrointestinales en los menores de cinco años, por lo que hay que extremar las medidas higiénico-dietéticas, ya que ante las altas temperaturas si no se tiene cuidado en la conservación de los alimentos se favorece su descomposición y contaminación y proliferan los agentes infecciosos.
El jefe de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Oaxaca, Mario Alonso Mendoza, recomendó que los alimentos estén en refrigeración, antes de su preparación y los sobrantes que se guardan, a fin de que se preserven en buenas condiciones el mayor tiempo posible y se evite la aparición de bacterias y virus.
En ese sentido, destacó la importancia de lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar alimentos; evitar ingerirlos en la calle; manejar adecuadamente las excretas de los bebés al depositar los pañales sucios en contenedores para no contaminar el ambiente; hervir el agua por veinte minutos para su consumo y desinfectar correctamente las frutas y verduras.
También el médico del IMSS sugirió que los alimentos estén totalmente cocidos, especialmente el consumo de los infantes, y que en lo posible se evite la ingesta de productos crudos, como el jamón, salchichas, mariscos o pescados, los cuales por cierto, añadió, están prohibidos en los menores de un año; después de esta edad sí pueden comerlos, pero, reiteró, bien preparados y cocidos, pues sólo así se evitarán contraer daños graves al estómago, ya que estas infecciones aumentan 20 por ciento en los infantes durante la temporada de calor.
Alonso Mendoza explicó que la diarrea y el vómito son los primeros signos de alarma de enfermedades gastrointestinales, que por lo general se presentan hasta doce horas después de haber adquirido la infección; en ocasiones se acompañan de fiebre y malestar general, decaimiento, fatiga y disminución del apetito. En casos graves pueden provocar una deshidratación tan severa que se pone en peligro la vida del niño, por lo que es indispensable mantenerlo bien hidratado.
Afortunadamente, dijo, el 90 por ciento de las infecciones gastrointestinales se auto limitan; es decir, el propio organismo reactiva las defensas para atacar a los virus o bacterias causantes de las enfermedades diarreicas, por lo que sólo se requiere de medidas generales como reposo, ingesta abundante de líquidos para hidratar al paciente (principalmente electrólitos, vida suero oral) y evitar comidas grasosas y ricas en carbohidratos, así como los ayunos prolongados.
Finalmente aconsejó también que en estos días de intenso calor, el “lunch” no se prepare con embutidos y derivados de lácteos (quesos, crema, mayonesa), ya que se corre el riesgo de que se descompongan; de preferencia hay que dar a los niños frutas y verduras frescos y de temporada.
