Encargada de la “Casa del Buen Samaritano” discrimina familia de migrantes negando hospedaje y comida

Patricia Castellanos migrantes (3)

Oaxaca de Juárez, Oax. 19/05/2015.-Ante actos de discriminación, una familia de migrantes originarios de centro américa, denunciaron abusos y racismo por parte de la encargada del albergue “Casa del Buen Samaritano”, ubicado en la capital oaxaqueña en el callejón de Guadalupe Victoria sin número colonia Centro,  quien negó comida y hospedaje a los viajeros, dando argumentos prejuiciosos de forma déspota.

A decir Marcel Antonio Ramos, originario de país vecino de El Salvador, quien arribo a la capital oaxaqueña este día, junto con su esposa proveniente de Honduras y su hija que cuenta con la nacionalidad mexicana, después de haber atravesado una serie de circunstancias difíciles y peligrosas, narró que llego al corazón de la ciudad, donde busco apoyo en el albergue “Casa del Buen Samaritano”, ya que no contaba con comida y refugio para su familia, sin embargo la encargada del lugar, de quien nunca supo su nombre, les dio un trato discriminatorio por lo cual abandonaron el lugar.

Hemos salido de un secuestro de un supuesto trabajo en El Mal Paso, Chiapas, lugar donde nos escapamos, ya que hacíamos trabajos y no nos pagaban, luego fui a Acayucan, en donde fui agredido por la Migración, ya que quería llevarse a mi hija a la fuerza, esto a pesar que mi hija tiene sus papeles ya que es legalmente mexicana, luego me  recorrí a Matías Romero, ahí  estuvimos en un albergue y nos trataron bien, pero ahora que venimos a Oaxaca fuimos a este albergue del buen samaritano en la calle Victoria, y fue donde sufrimos discriminación, aseguró.

En este contexto, Antonio Ramos indicó que el motivo que detono el enojo de la encargada de dicho lugar, fue que tomaran unas galletas, las cuales ellos agarraron debido a que su hija estaba llorando de tanta hambre que tenía, lo cual molesto a la comisionada de la “Casa del Buen Samaritano”.

A nosotmigrantes (6)ros nos extrañó el trato en ese lugar, ya que uno espera que le regalen comida, más que todo porque traemos a la pequeña, todo sucedió porque mi hija quería comer, por lo que luego pasamos a la cocina, pero no había café, ni frijoles, ni arroz ni nada, entonces tomamos unas galletas que habían, e hicimos unas botellas de atoles, pero en un rato más salió la encargada preguntando que pasaba, entonces le dijimos que la niña quería comer, y ella dijo sí, pero no es la hora y aquí yo mando, entonces yo le dije, pero es la pequeña la que quiere comer no nosotros, y ella nos reclamó del porque habíamos agarrado las galletas y le dijimos que era para mi bebé porque lloraba del hambre, y ella enojada nos quitó las cosas, afirmó.

Así mismo, el padre de familia originario del Salvador, comentó que no conforme con quitarles la comida hecha, inculpo a otra paisano de ellos con el que venían, a quien lo acusó de haber robado unas chanclas, articulo que el joven había comprado unos días antes con mucho esfuerzo, ya que para el contexto que viven los migrantes adquirir cualquier artículo, comida o tener vivienda es muy complicado.

Al compañero le quito un par de chanclas que las había comprado en 50 pesos con mucho esfuerzo, entonces nosotros ante nuestra carencia visible, a pesar de este mal trato dijimos pues nos esperamos, pero ella nos hecho del lugar, nos dijo ya sálganse, sálganse y nos sacó, y pues desde entonces estamos en este lugar y no hayamos ni para dónde agarrar, más que todo porque mi hija es mexicana, los derechos de mi hija son los que ando abogando, no los míos ni de mi esposa, porque mi esposa es hondureña y yo salvadoreña, pero siquiera por mi hija, si es cierto que ellos son de una religión y son humanitarios no deberían de hacer eso, señaló.

En tanto, la pequeña familia actualmente no tiene un sitio seguro donde resguardarse, ni comida, ni nada, así mismo, debido a su circunstancia como migrantes, les es muy complicado conseguir trabajo, por lo que viven desde ahora en la calle apoyándose de la caridad de la gente, lo cual los sitúa en una de tantas historias lamentables de personas que dejan sus países por mejorar sus condiciones de vida, y sufren difíciles circunstancias en esta travesía, incluyendo la discriminación de personas y hasta de organizaciones que andan con banderas de doble moral asegurando que avalan el derecho de los migrantes.

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