Las clases en el país de “no pasa nada”
Por Horacio Corro Espinosa
Hoy regresan a clases poco más de 26 millones de estudiantes entre niños y jóvenes de todo el país. Perdón, a veces me da por pensar que sigo viviendo en México. Se me olvida que vivo en otro país completamente diferente. Aquí las historias son incomparables. Es un país que se llama Oaxaca, y es la patria donde “no pasa nada”.
Como el país de “no pasa nada” no está integrado a la República mexicana, entonces diré que sólo iniciarán clases 24.5 millones de estudiantes.
En el país de “no pasa nada”, a partir de hoy, 1.5 millones de estudiantes, no tendrán escuelas ni maestros ni compañeros ni ese dolor nervioso de panza que le daba a uno cuando niño en el primer día de clases.
A los maestros de la Sección XXII se les ocurrió retrasar el inicio del ciclo escolar 2013-2014. Los padres de familia que tiene a sus hijos en las escuelas públicas, saben a lo que se enfrentan: que el regreso a clases es un regreso a paros, marchas, plantones, cierre de carreteras, toma de edificios públicos y privados y ¡hay de aquel que se les pare enfrente!
La mayoría de los estudiantes de las escuelas privadas o particulares, saben que a partir de hoy dejarán de dormir más horas y comenzarán a poner en práctica la dedicación a la puntualidad, la atención, el aseo, la concentración, el respeto, la educación y el estudio. Tareas que miles y miles de niños y niñas, día a día, pondrán en práctica. Ojalá que todos estos valores los usaran también muchos conductores que van a su chamba o a dejar a sus hijos a la escuela, porque luego, luego, antes de que metan la primera velocidad a su vehículo, se ponen a sonar el claxon como si con eso fueran a llegar más rápido a la escuela.
Mientras esto sucede en las escuelas particulares, los maestros de la sección 22, que suman alrededor de 74 mil, se comenzaron a trasladar al Distrito Federal, para hacer sus megamarchas para la defensa sindical y educativa.
Como la mayoría de los maestros de la 22 abandonaron el país de “no pasa nada”, y por consiguiente renunciaron al changarro o sus escuelas, dejaron dicho que en caso de que la sección 59 tome las escuelas desatendidas, ellos, a su regreso, las recuperarán por la fuerza. Y claro que lo podrán hacer, pues vivimos en el país de “no pasa nada”.
Desafortunadamente, miles y miles de niños oaxaqueños hoy no tendrán clases ni mañana tampoco ni pasado también. Muchos de estos estudiantes se acostaron emocionados por su regreso a clases. Pusieron dentro de su mochila sus colores y muchos compañeros nuevos, desafortunadamente, esa emoción se les convirtió hoy en frustración.
