A Micaela la obligaron a tener a su bebé por parto natural y murió: “jugaron con su vida y la mía”

La negligencia provocó que su salud y la del que iba a ser su primogénito estuviese en riesgo, los doctores no contaban con que ella era abogada y ahora enfrentarán un juicio penal

EL HERALDO DE MÉXICO

El caso de violencia obstétrica más sonado en Argentina ha conmocionado a el mundo entero, pues debido a una negligencia médica el pasado 14 de septiembre, Micaela Vilchez, por poco pierde la vida y desgraciadamente, quien iba a hacer su primogénito, falleció a unas horas de nacido. Con tan solo 23 años de edad, la madre primeriza esperaba con muchas ansías a su bebé. El nombre de su primer hijo sería Joaquín y tanto ella como su pareja, tenían todo planeado para que el niño gozara de una buena vida. No contaban con que en la clínica de maternidad de Pilar los doctores le dijesen que su pequeño estaba por nacer, la internaran y la forzaran a tener un parto natural en lugar de atender a su petición de realizar una cesárea. 

Medios locales realizaron una entrevista para saber con exactitud qué fue lo que pasó con su caso, y de acuerdo con el testimonio de Micaela, todo lo que hicieron desde su llegada al hospital estuvo mal.

No dejaron ingresar a ningún miembro de la familia de la joven a la sala de parto. FOTO: Micaela Vilchez

“Jugaron con la vida de mi hijo y con la mía. Hubo negligencia total de parte del hospital. Todo mi parto fue estando sola, sin acompañamiento de mi pareja. Me hicieron tener a mi bebé por parto natural siendo que él no estaba bien encajado todavía. No querían que mi mamá me acompañe después de que falleció”, confesó la mujer al medio de comunicación de Argentina.

La clínica de maternidad de Pilar fue el lugar del terrible acontecimiento

Micaela ingresó como tal al hospital el viernes 16 de septiembre del año en curso. En la sala de parto de la clínica de maternidad del Pilar pasó una hora para que las tres médicas se dieran cuenta de que el bebé en camino era muy grande para ella. Medía 149

El viernes 16 de septiembre Micaela entró en la sala de parto de la maternidad de Pilar. Luego de una hora, tres médicas se dieron cuenta de que el bebé era muy grande para ella, de acuerdo con los medios locales 1,49 centímetros. Por lo que le recomendaron realizarle una cesárea. Sin embargo y tras la recomendación que hicieron las doctoras, un hombre médico apuntó que no era necesario y que se realizara el parto normal. Luego de esto le pidieron a la joven que hiciera movimientos con una pelota para ayudar al pequeño a salir, pero por más que el tiempo pasaba, no mejoraba la situación.

Las médicas insistieron nuevamente en practicarle una cesárea para que la chica no siguiese sufriendo el dolor de las contracciones. Pero el médico de cabecera, volvió a negarse. Ante el dolor que Micaela tenía, solicitó por su voluntad acatar el procedimiento quirúrgico, pero le ordenaron que intentara el parto natural una vez más. Incluso, le confesó al medio local que dos médicos se subieron arriba de su panza para intentar sacar a su bebé. Después de más de cinco horas, nació Joaquín. Midió 50 centímetros de largo.

En el momento en que Micaela lo tuvo en brazos, la madre notó que no lloraba con normalidad, su llanto era pausado y los médicos solo le dijeron que se tranquilizara y que todo estaría bien, apuntó la pareja de Micaela, Guillermo, quien también participó en la entrevista con el medio local. Luego de esto enfatizó que la obstetra le informó a la familia, quienes esperaban fuera del consultorio que tanto el bebé como la mamá se encontraban con buen estado de salud. Pero la realidad es que la madre había perdido mucha sangre, y fue hasta el sábado 17 de septiembre que pudo ver a su hijo. Hasta ese momento le dijeron que la salud de su pequeño era inestable y que el oxigeno no le llegaba bien a su cerebro, además de que sus pulmones no funcionaban correctamente.

La parte más trágica se presentó en este punto, los médicos empezaron a cuestionar a Micaela si el proceso del embarazo había sido controlado. Ella respondió que sí, que incluso había asistido a todos los controles y citas designadas por los doctores. Ante la presión, relató que tuvo dificultades para llegar al hospital y uno de los médicos tomó esto de justificación para explicar que, tal vez, esto había ocasionado el estado de salud del bebé. También dijo que eso podría explicar las muchas horas de parto y la fuerza que tuvo que ejercer para que su primogénito naciera. Una hora más tarde, el personal de maternidad la buscó para darle la triste noticia de que su hijo tuvo un paro cardiorrespiratorio y que había fallecido.

“El director no entiende lo que pasó, no me pudo dar explicaciones”, sentenció Guillermo, pareja de Micaela.

La situación generó consecuencias para la joven

Esta situación provocó graves secuelas tanto psicológicas como psiquiátricas en Micaela. Aunado a esto su salud física ya estaba deteriorada por una anemia detectada antes del día del parto, recordemos que este es un padecimiento en que el cuerpo deja de producir la suficiente cantidad de glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo. La chica apuntó que llevó sus estudios donde marcaba esta afección. Pero eso no fue suficiente para los médicos quienes dejaron que la madre primeriza perdiera mucha sangre a la hora del nacimiento. Además de esto, ella cargaba con una infección urinaria, y narró que no la dejaron tomarse ningún tipo de medicamento porque la doctora de cabecera “no había visto nada”.

En la actualidad

Recientemente se apuntó que debido al delicado de salud que presentó la joven, a penas fue dada de alta el viernes pasado y que aunque ahora se encuentra bien de su estado físico, le ha dejado severas secuelas psicológicas sobre lo vivido. “Siguen latentes” y la chica señaló que “emocionalmente” se encuentra mal, haciendo lo que puede para superar el duelo que le dejó todo el proceso vivido. Ahora, la abogada Jani Uribe se encuentra trabajando en el caso y compartieron que por un lado, hay en curso una denuncia penal donde se están realizando las autopsias correspondientes, por el otro, se sostuvo que, de forma general, emitirán una denuncia civil al hospital. Esto por todo el daño que ella sufrió, enmarcó la licenciada.

La familia de la joven y la jurista, dijeron no tener dudas de que el centro de salud es el máximo responsable y culpable. El director, los médicos y todo el personal que asistió el parto tendrá que rendir cuentas ante las autoridades argentinas por violencia obstétrica, más porque es difícil de comprender el grado de negligencia, remarcó la legalista. En este sentido, sentenció que desde el momento en el que Micaela ingresó a la maternidad, se violaron todos los tipos de derechos del paciente y del bebéIncluso dijo que “hasta el municipio está involucrado en esta negligencia que estamos denunciando”.

 

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