Si no bajas de peso, puedes echarle la culpa a tus genes

CIUDAD DE MÉXICO.

¿Te sientes mal porque has seguido al pie de la letra la dieta que te recomendaron y te la pasas haciendo ejercicio, pero no ves resultados? Primero que nada, relájate, porque tu peso no está determinado por cuánto comes.

Un nuevo estudio ha confirmado lo que esperábamos hace mucho: algunas personas están “naturalmente” más inclinadas a mantenerse delgadas como resultado de una ventaja genética, no porque sean más disciplinadas al decir “no” a esa galleta.

No solo tienen mayores probabilidades genéticas de mantener su peso, sino que las personas más pesadas también tienen genes que aumentan sus probabilidades de tener sobrepeso.

“Es fácil apresurarse a juzgar y criticar a las personas por su peso, pero la ciencia muestra que las cosas son mucho más complejas”, comentó el profesor Sadaf Farooqi, quien trabajó en el estudio.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge estudiaron a 2,000 personas que tenían un IMC (índice de masa corporal) de menos de 18, pero sin afecciones médicas ni trastornos de la alimentación.

Tres de cada cuatro personas (74%) tenían antecedentes familiares de estar delgados y saludables. Los investigadores encontraron que estas personas tenían una “menor carga de genes” que aumentaba las posibilidades de una persona de tener sobrepeso.

El equipo del profesor Farooqi colaboró con el equipo del doctor Inés Barroso en el Instituto Wellcome Sanger para comparar el ADN con 1,985 personas con obesidad severa y otros 10,433 controles de peso normal.

El equipo encontró varias variantes genéticas comunes ya identificadas que juegan un papel en la obesidad y, además, encontraron nuevas regiones genéticas involucradas en la obesidad grave y algunas involucradas en la delgadez saludable.

“Algunas personas simplemente no están tan interesadas en la comida, mientras que otras pueden comer lo que les gusta, pero nunca aumentan de peso”.

“Este estudio muestra por primera vez que las personas delgadas y sanas generalmente son delgadas en parte porque (de sus genes), y no porque son moralmente superiores, como a algunas personas les gusta comentar”, dijo el profesor Farooqi.

“Algunas personas simplemente no están tan interesadas en la comida, mientras que otras pueden comer lo que les gusta, pero nunca aumentan de peso”.

Los investigadores reconocieron que comer más alimentos altos en calorías y nunca hacer ningún ejercicio afectaría el peso de una persona, pero dijeron que existe una variación considerable dentro de una población que comparte el mismo ambiente.

En resumen, tenemos mucho menos control sobre nuestro peso de lo que nos gustaría. El equipo dijo que, si pueden encontrar los genes que evitan que las personas aumenten de peso, pueden orientarlos en nuevas estrategias para perder peso y ayudar a aquellos que no nacen con esta ventaja.

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