Sam, el mono que viajó al espacio y logró sobrevivir

EXCELSIOR

Un 4 de diciembre de 1958, Sam el macaco Rhesus, regresó sano y salvo luego de ser lanzado al espacio por la NASA, este fue uno de los pocos animales en regresar vivo de su aventura espacial

CIUDAD DE MÉXICO.

Antes de que los humanos viajaran al espacio, los científicos tenían que probar las condiciones del cosmos y para ello la experiencia con animales fue fundamental.

Todos recuerdan a Laika, la perrita rusa que fue lanzada al espacio el 3 de noviembre de 1957, y que tristemente murió durante la misión, quedando su cuerpo a la deriva por toda la eternidad.

Pero hoy nos enfocaremos en Sam, este simpático monito que vemos en la imagen, formó parte de la larga lista de animales que la NASA envió al espacio con la intención de comprobar cómo afectaban las condiciones exteriores a los cuerpos orgánicos.

 

Un 4 de diciembre de 1958, Sam regresó a la tierra a bordo del cohete Little Joe-2, un dispositivo creado como alternativa económica para los cohetes Redstone.

El programa Mercurio fue el marco en la que varios primates pudieron llegar al espacio exterior.

La NASA, encargada de la misión, logró que Sam alcanzara una altura de 88 kilómetros de la tierra, una verdadera proeza para la época.

Sam es un macaco Rhesus, estos animales asiáticos son originarios deAfganistán, Pakistán, India, el sudeste de Asia y China. Algunos fueron introducidos en Florida, Estados Unidos.

La NASA escogió a este animal por su inteligencia y su gran capacidad para adaptarse a varios hábitats, incluso algunos pueden acostumbrarse a vivir entre los hombres. Esto es más común en India, donde son respetados y considerados animales sagrados.

Con esta misión se trató de establecer una primera toma de contacto con lo que posteriormente iban a experimentar los humanos.

Los monos y perros han sido los más utilizados para conocer lo que pocos humanos han tenido la oportunidad de explorar, y sus experiencias han hecho historia en el estudio del universo.

Después de Estados Unidos, Rusia y Francia, Argentina fue el cuarto país en colocar seres vivos en el espacio y retornarlos a tierra.

Sam tuvo la fortuna de ser uno de los pocos animales que viajó al espacio y regresó sin ningún rasguño.

Sam pasó el resto de sus días en un zoológico de Estados Unidos.

En Latinoamérica, Argentina fue el primer país en hacer este tipo de experimentos usando ratones y luego con el Mono Juan.

A este grupo de países se unió China, enviando un pasaje de ratas en 1964 y un año después repitieron la experiencia, y en 1966 fueron dos perros los que volaron.

La Unión soviética condujo varias misiones espaciales con cargamento biológico dentro de su programa espacial Bion.

En estos vuelos llevaron tortugas, ratas, y un mummichog.

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