Riad rompe relaciones diplomáticas con Irán

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La medida fue tomada tras los disturbios causados luego del asalto a la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad, tras la ejecución el sábado de un prominente clérigo chiita.

El gobierno de Arabia Saudí decidió romper las relaciones diplomáticas con Irán luego del asalto la madrugada de ayer a la embajada saudí en Teherán y su consulado de la ciudad de Mashhad, anunció el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al Yubeir.

El diplomático añadió que el embajador iraní y el resto del personal diplomático en Riad cuentan con 48 horas para salir del país.

El asalto a las sedes diplomáticas saudíes en Irán se produjo horas después de que las autoridades de Riad ejecutaran al prominente clérigo y dirigente chií, Nimr Baqir al Nimr, y otros 46 reos condenados a muerte lo que provocó críticas de gran parte de la comunidad chií.

Al Nimr fue ejecutado el sábado después de que en octubre pasado el Tribunal Supremo confirmara su condena a pena de muerte por desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria.

El clérigo fue detenido en julio de 2012 por varias causas, entre ellas por apoyar a células terroristas y los disturbios contra las autoridades saudíes que estallaron en febrero de 2011 en la provincia de Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií.

Además, las autoridades saudíes ejecutaron también el mismo día a otras 46 personas condenadas por pertenecer a grupos “terroristas” y cometer ataques en el reino.

La ejecución de Al Nimr aumentó la tensión entre Arabia Saudí, por un lado, e Irán y los chiíes de Oriente Medio por otro, que ya se enfrentan en varios conflictos en la región.

En Irán, el líder supremo Ali Jameneí, condenó la muerte del clérigo chií disidente y amenazó a los políticos saudíes con que pagarán por ello.

“Sin lugar a dudas, el injusto derramamiento de la sangre de este mártir inocente, actuará de forma rápida y los políticos saudíes se enfrentarán a un castigo divino”, dijo Jameneí en su página web oficial.

Horas antes, centenares de personas lanzaron bombas Molotov contra la embajada de Arabia Saudí en Teherán y penetraron en el recinto. “El fuego destruyó el interior de la embajada”, según un testigo. También fue atacado el consulado saudita en Mashad (noreste).

Las críticas también cayeron desde las comunidades chiíes de países como Irak, el Yemen, el Líbano o Baréin, así como de organizaciones como Amnistía Internacional.

A su vez, el titular de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, se dijo “profundamente consternado” por las ejecuciones ya que, dijo, las condenas se habían dictado tras juicios que generaban “serias preocupaciones sobre la naturaleza de los cargos y la justicia del proceso judicial”.

En un comunicado, “Ban llamó a la calma y a la contención en las reacciones a la ejecución de Nimr Baqer al Nimr, y urgió a los líderes regionales a colaborar para evitar el exacerbamiento de las tensiones sectarias”, de acuerdo con un comunicado.

El llamado de Ban sucede luego de que manifestantes chiítas en diversas parte del mundo árabe deploraron la ejecución Al Nimr, además de que en Teherán la multitud saqueara y prendiera fuego a las instalaciones de la embajada saudí.

El gobierno de Estados Unidos también pidió a los dos países rebajar la tensión.

El vocero del Departamento de Estado, John Kirby, dijo que la tensión debe rebajarse y pidió medidas para “no exacerbar las tensiones sectarias” entre musulmanes.

“Creemos que las relaciones diplomáticas y las conversaciones directas son esenciales para superar las diferencias”, pidió Kirby.

Estados Unidos es el gran aliado saudí en la región y ayer se limitó a reiterar sus quejas sobre los procesos legales en Arabia Saudí y la falta de protección de los derechos humanos en estas ejecuciones.

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