Quién desprecia más

Por Horacio Corro Espinosa

A veces me pregunto qué quien desprecia más, si el PRI o el PAN, a la población mayoritaria.

Se va el sexenio de Felipe Calderón, emanado del PAN, y llega otro gobierno, del PRI, quien desde hoy hace gala de “generosidad” con la población más necesitada.

Es cierto que la mayoría de los ciudadanos votó en esta ocasión por el PRI creador de instituciones, pero hace 12 años perdió el poder porque la gente entendía que este partido con sus prácticas dañinas hostigaba a la clase trabajadora. Pero… ¡qué rápido olvidamos las cosas!

Con la apresurada reforma laboral, los dos partidos, PRI y PAN, no acaban de ponerse de acuerdo dónde acaba la fantasía y comienza la realidad. No se necesita tener muchos estudios para saber que al despedir a más trabajadores no se pueden crear más empleos. Nadie puede creer que cobrar por horas sin tener prestaciones se tenga más productividad.

Otro de los mitos de esta reforma panista, son las llamadas “outsourcing” (se trata de un anglicismo que quiere decir subcontratación o tercerización) que esta palabrita chocante cierra las puertas para cotizar al IMSS o al INFONAVIT, lo que significa un total engaño de responsabilidad y solidaridad para con los trabajadores.

Esta reforma panista sólo favorece a los empresarios y debilita a la clase trabajadora. El trabajador será contratado por horas y siempre estará a prueba; sus horarios serán discontinuos y sin prestaciones y sin servicios médicos, etcétera.

Les voy por un ejemplo de otros países donde los trabajadores les pusieron condiciones de esclavitud y salarios bajos, como lo que se horneó en San Lázaro y pasará el miércoles a la Cámara de Senadores: Japón (1969) cuando tenía un crecimiento de 12% pasó a 2%; Corea (1991) de un crecimiento del 10% se redujo al 3% y China, del 17% pasó al 11%.

Según el Centro de investigación y economía y negocios del Tecnológico de Monterrey, asegura que el empleo mal remunerado y sin prestaciones conduce a más pobreza y lleva al desplome del mercado interno.

Felipe Calderón, se va, pero no como el “presidente del empleo”, sino como el presidente de la violencia y la inseguridad, porque durante su período rebasó los 30 muertos diarios.

La gente votó por el PRI porque tenía la esperanza de un cambio. Creyó que con el PRI se le iba a decir adiós a la pobreza, a la desigualdad, al desempleo… México se cansó, en 12 años de vida panista, ver una nación conflictuada, dividida, sacudida, sin avance ni beneficio a los trabajadores. Y hoy resulta que aparece la reforma laboral enviada por Felipe Calderón, y los priístas la toman como propia y luchan por aprobarla.

Todo esto hace pensar varias cosas: que en verdad el PRI quiere ver a México de verdaderos “proles”, así como lo dijo la hija de Enrique Peña Nieto. Y otra cosa, se acuerdan ustedes que hace 12 años el PRI sacó un spot de radio y televisión de una cancioncita que decía más o menos así: “Cuando tuve, te mantuve y te di… Hoy no tengo, ni te tengo, ni mantengo, ni te doy” ¿se acuerdan de ella? Esa canción iba cargada de enorme machismo y desprecio a la ciudadanía.

La cantaleta decía “Cuando tuve”: ¡Vaya que si el PRI tuvo!, tuvo poder absoluto, tuvo el control de todo un país, tuvo dinero, que por cierto, era nuestro. Tuvo el control total de los medios de comunicación, tuvo a todo un país como rehén. Desde luego que sí tuvo todo eso y más.

El imponer el PAN y el PRI la reforma laboral, ambos partidos están actuando muy lejos de sus principios, bueno, el PAN no tanto, pero los dos partidos manejan entre otras cosas, la dignidad de la persona, el respeto a la palabra dada, la integridad, la honestidad, la lealtad, el respeto a la vida, procurar hacer el bien, amar a la patria, etc. En esa enumeración hay cosas que en realidad corresponden a lo que llamamos valores.

Al actuar estos dos partidos como están actuando, en contra de los trabajadores, dejan ver otra vez su inmoralidad, sus odios, sus discordias, sus celos, sus arrebatos de ira, sus rivalidades, sus contrariedades, sus envidias, y otras cosas parecidas. Parece que ni PRI ni PAN quieren que en este país haya desarrollo, paz y prosperidad. Parece que quieren sólo esclavos a sus servicios.

No se me hace prudente que el futuro gobierno, el de Enrique Peña Nieto, le agregue al sexenio que termina, la inestabilidad de los trabajadores mexicanos con una reforma amañada.

Twitter: @horaciocorro

horaciocorro@yahoo.com.mx

 

 

 

 

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