Quería ser la más obesa del mundo pero algo cambió sus planes
Texas.- Con ayuda de su novio, Mónica quería lograr un insólito objetivo: ser la persona más obesa del mundo, pero todo ello cambió cuando ella se enteró que estaba embarazada, pero tristemente fue a causa de su peso que tuvo dos abortos.
La meta a la que quería llegar la Mónica Riley, una mujer de Fort Worth, Texas, era ser la persona más obesa del mundo, lo cual la hizo llegar a pesar 317 kilos (698 libras).
Para ello, de acuerdo con La Opinión, la mujer comía diario 6 bollos,6 hotdogs, cereal, batidos, 4 hamburguesas de pollo, 4 hamburguesas dobles con queso, papas a la francesa, nuggets de pollo, macarrones con queso, tacos y un galón de helado.
Mónica y su novio pertenecen a una cultura fetichista llamada feeders, la cual consiste en que un miembro de la pareja alimenta a la otra y lo alienta a ganar peso, lo que provoca en ellos una excitación sexual.
Sin embargo, cuando supo la primera vez que estaba embarazada y perdió a sus hijos, pareciera que el “chip” le cambió y su meta dio un giro inesperado: ahora quería convertirse en madre y ya no ser conocida por ser la más obesa del mundo.
https://youtu.be/YBlgTLejlc8
Fue así como se dio cuenta de que si quería ser madre, tendría que hacer un cambio radical en su vida. Su alimentación fue más sana y de inmediato comenzó a hacer ejercicio. Al poco tiempo quedó nuevamente embarazada y hoy en día sigue en la lucha por bajar de peso y es feliz a lado de su esposa e hija de un año de edad.