Por el robo de tapaderas y rejillas…

muere
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Por Horacio Corro Espinosa

Para el 5 de junio de 2013

 

La mayoría de los seres humanos nunca nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Esto nos ocurre con las cosas materiales que nos da satisfacción, con la salud que durante buena parte de la vida consideramos como algo natural, con el trabajo que a veces creemos odiar, y principalmente, con las personas a las que queremos.

Se imaginan ustedes, ¿cómo se sentirá la familia de la señora Rutilia Teresa Reyes, de 84 años de edad, quien cayó en el agujero de una alcantarilla descubierta en una de las calles de esta ciudad de Oaxaca? Para los que no sepan, hay que decir que esta persona perdió la vida al pisar en el vacío.

Se afirma que son casi medio millar de alcantarillas y rejillas en mal estado las que hay a lo largo y ancho de nuestra ciudad. Lo que quiere decir también, que somos muchos los que estamos expuestos a perder la vida o a sufrir un accidente de graves resultados a consecuencia de estos hoyos.

Después de la muerte de la señora Rutilia, el alcalde capitalino, Luis Ugartechea Begué, responsabilizó a la Administración Directa de Obras y Servicios de Agua Potable y Alcantarillado para la Ciudad de Oaxaca (Adosapaco) por la muerte de la mujer.

Aquí es donde surgen varias preguntas: ¿el presidente municipal Luis Ugartechea, no tiene ninguna responsabilidad en la muerte de la anciana mayor? Yo creo que sí. ¿En manos de quién está la seguridad de la ciudad? ¿En manos de quién está parte de la videovigilancia de esta ciudad?

El robo de medidores de agua se hace a cualquier hora del día, eso no es extraño para nadie. Hasta este momento a nadie se ha detenido por robo de medidores. A pesar de las cámaras de seguridad. Lo mismo ha sucedido con el robo de las tapaderas de las alcantarillas.

Ayer platiqué con varios expertos en fierros, quienes me dijeron que para robar un medidor de agua no se necesita más de un minuto, pues se puede arrancar a jalones.

Para robar una tapa de registro de alcantarilla, que regularmente es de fierro colado o fundido, se necesita por lo menos 2 horas de trabajo, si es que a eso se le puede llamar trabajo.

Es muy sospechoso que en dos horas no haya aparecido ni un policía ni una patrulla por el lugar. A esto bien puede llamársele complicidad.

Y qué decir de los rieles que también se roban de las rejillas pluviales. Para robar este tipo de material se necesita soplete o planta de electricidad, barretas y mucho ruido, que bien puede despertar a cualquier muerto. Pero ni aún así se presenta por el sitio del robo ningún elemento de seguridad.

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