Papalote Museo del Niño, abrirá en Iztapalapa

CIUDAD DE MÉXICO.

En un terreno de 19 mil 700 metros cuadrados a un costado de la estación del Metro Constitución de 1917, se construye la nueva sede del Papalote Museo del Niño. Un edificio de cuatro niveles y una plaza pública que abrirá en abril de 2019. Con un costo de 700 millones de pesos, de los cuales el 60 por ciento aportó el gobierno de la Ciudad de México, el recinto llega a la delegación Iztapalapa, donde sólo hay cuatro museos.

En septiembre pasado el gobierno local anunció el proyecto y dijo que se inauguraría en abril de este año con una inversión de 528 millones de pesos, costo que creció 175 millones más. Marcela Larios, directora del recinto, justificó que un museo no se construye en menos de tres años, y precisó que el proyecto arquitectónico cumple con los tiempos previstos. La cimentación ya se terminó y continúa la instalación de las crujías prefabricadas de hasta 30 metros de altura.

Iztapalapa

Mientras se trabaja en el programa museográfico que conservará el ADN del Papalote Museo del Niño de Chapultepec, que celebra 25 años de su fundación –5 de noviembre de 1993– con la apertura de las nuevas sedes. Pues además de la de Iztapalapa, el 14 de julio próximo una tercera franquicia abrirá en el Parque Fundidora de Monterrey. Así el recinto privado, que en un cuarto de siglo ha recibido 25 millones de visitantes, se expande no como un proyecto museográfico, sino educativo, apuntó Dolores Beistegui, directora general: “El proyecto del Papalote es más que una serie de museos, es un proyecto que abraza una agenda educativa a favor de la niñez apostando por el aprendizaje a través del juego”, dijo al recordar que este año también celebran el décimo aniversario del Papalote Cuernavaca, que abrió el 17 de diciembre de 2008.

El de Iztapalapa fue una propuesta directa del gobierno de la Ciudad de México en 2015 que invitó a los directivos del museo infantil a abrir uno en la delegación más poblada y de las más inseguras de la ciudad, para cubrir una población de dos millones de personas. Las autoridades otorgaron el terreno y aportaron el 60 por ciento del presupuesto final. Ese mismo año se convocó a un concurso público para seleccionar el proyecto arquitectónico, y de 171 propuestas se aceptó la de un colectivo de Guadalajara que propuso “Hagamos ciudad”.

La propuesta de diseño plantea abrir el interior del museo a la plaza pública sin divisiones, y hacer del entorno abierto un escenario para actividades gratuitas. Dentro se tendrá el mismo programa expositivo permanente de la sede de Chapultepec que contempla exhibiciones de diseño, ecología, aprendizaje académico, y habrá “guiños” a la cultura e historia de la delegación.

Larios precisó que se montará un humedal para detonar exposiciones y actividades en torno al tema de la escasez del agua. En temas ambientales se hablará también de los ajolotes, especie endémica en peligro de extinción, y otros asuntos propios de la delegación como el sistema de transporte público, las zonas de restos prehispánicos y la oferta cultural.

Son guiños que tienen que ver con la comunidad de la delegación, tendremos temas de cultura vial, todo lo que implica el transporte, el uso responsable de transporte alternativo, temas urbanos”, refirió.

Iztapalapa

Precisó que de los dos millones de habitantes de la delegación, al menos la mitad son niños y el 20 por ciento de los estudiantes de toda la Ciudad de México vive en esta demarcación. Cifras que chocan con las de la oferta cultural, pues en Iztapalapa sólo existen cuatro museos frente a los 11 en Coyoacán, por mencionar un ejemplo; tiene 68 librerías y el Faro de Oriente. En ese sentido, Larios consideró que el Papalote se sumará a proyectos educativos-sociales.

Para ello, el despacho arquitectónico pensó en hacer del museo una suerte de plaza pública de tres mil metros cuadrados, que no tiene división entre el interior y el exterior. El programa público, la cafetería, la tienda y otros servicios ocuparán la planta baja en la que no hay controles de acceso, y en la planta del mezzanine iniciará el recorrido interactivo por las exposiciones permanentes del museo que llegan a niveles superiores del edificio, y donde la entrada sí será con boleto.

En el mezzanine también estarán las salas multiusos y el vestíbulo de acceso al IMAX-teatro. En los distintos niveles del museo se sitúan zonas lúdicas como los huertos, el humedal, entre otros. En total, serán seis salas de exposiciones como Laboratorio de Ideas, México Vivo, Mi Hogar y mi familia, Mi cuerpo y Mi ciudad. “Pondremos énfasis en diferentes temas de acuerdo con los trabajos que tengamos con la comunidad una vez abiertos”, apuntó Larios.

Mientras que la franquicia regiomontana, abre el 14 de julio. Un edificio en el centro de Parque Fundidora que ocupa nueve mil metros cuadrados con un costo total de 550 millones de pesos, aportados entre el gobierno estatal e iniciativa privada.

Este espacio ofrecerá también el ADN del programa museográfico de la sede de Chapultepec, refirió José Antonio Pérez, director del recinto. Por ejemplo, exposiciones de fósiles, asuntos de cambio climático y sostenibilidad; además de la tradicional pantalla IMAX. Beistegui dijo que la fórmula de la marca Papalote ha sido sumar recursos de la institución pública, la iniciativa privada y la sociedad civil que aportan para mantener y crecer el proyecto: “La suma de estos distintos actores ha permitido que la fórmula sea exitosa y se pueda repetir y desarrollar en otras sedes como Cuernavaca, y ahora Monterrey e Iztapalapa”.

 

Monterrey

La sede matriz ha realizado en 25 años 320 exposiciones que han visitado 25 millones de personas. En 2016 inició un proyecto de renovación de casi el 80 por ciento de sus salas a partir de innovar en diseño, formas, estructuras y contenido académico.

La directora señaló que en el museo la interacción no significa apretar un botón de una pantalla, sino intercambiar conocimiento. Lo que los ha obligado a actualizarse en tecnología y mejorar las experiencias de los niños.