Mamá Coco o La Catrina: ¿qué disfraz prefieren en México?

MILENIO

A un año del estreno de la película de Pixar, la euforia por los personajes sigue vigente, pero aún hay quienes prefieren las tradiciones surgidas en México.

Coco, la película más vista en la historia de México, volverá a ponerse de moda la noche del Día de muertos, cuando los niños mexicanos —vestidos de los personajes de la película de Pixar— salgan a pedir su calaverita. O al menos eso es lo que indican las ventas en la tradicional romería de disfraces del callejón de San Juan, a un lado del Mercado Sonora.

Jacqueline Castillo, una de las locatarias, explica a MILENIO que “La Catrina siempre se vende bien, pero ahorita los de moda son Mamá Coco, Imelda y Frida”.

Tras el estreno de la cinta, el imaginario nacional se dividió en dos bandos: quienes prefieren los personajes de Pixar y quienes eligen, por ejemplo, al personaje creado por José Guadalupe Posada —La Calavera Garbancera—, rebautizada después por el muralista Diego Rivera.

“Yo me voy a vestir de mamá Imelda”, dice Elizabeth, una pequeña de 6 años de edad que — de la mano de su mamá— recorre los pasillos de este laberíntico tianguis.

Mía es otra niña de 6 años. Viene con su mamá y su tía desde Hidalgo a comprar lo necesario para la noche en que saldrá a pedir dulces.

—Quiero que me vistan de Catrina.

—¿La Catrina de Coco? —le pregunto.

—No, la otra Catrina, porque esa no me gusta.

Para Jacqueline Castillo, que lleva muchos años vendiendo disfraces, ambos personajes son prácticamente iguales. “Yo veo que es realmente lo mismo, volvemos a lo que es tradicional, a las Catrinas y las calacas o los catrines y porque Miguel es un catrín, Imelda es una muerte, es lo mismo”.

¿Llegaron para quedarse?

En el Mercado Sonora y otro sinfín de tianguis de la Ciudad de México se encuentran todos los accesorios necesarios para disfrazarse de los personajes creados por los estudios Disney, que por esta cinta recaudó más de 807 millones de dólares.

Es tan clara la influencia de Coco que no sólo hay disfraces a la venta: también hay máscaras, maquillajes, alcancías, delantales, adornos, guías, coronas, muñecos, todo lo inimaginable… Diego de la Cruz, Miguel y de Héctor, otros personajes de la cinta, no reciben el mismo entusiasmo.

Rosa Ramírez dice que del año pasado a éste la demanda ha aumentado y se ha detallado más: “buscan el disfraz, la máscara, los zapatitos, la guitarra… es demasiado lo que piden”.

Según las tallas y los acabados, el precio de los disfraces varía entre los 230 y los 400 pesos.

También proveniente de Hidalgo, Beatriz Benítez piensa que el disfraz es lo de menos, lo importante es recordar y celebrar a los que ya se fueron.

“Cada temporada tiene su tema. Los personajes a todos los niños les encantan, y hasta los grandes estamos ahí, emocionados”.

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