Los gatos en realidad sí son amistosos, según la ciencia

CIUDAD DE MÉXICO.-Déjame contarte sobre mi hermoso hijo, Mizue. Él es un gato. Se acurruca a mi lado y presiona su peluda cabeza contra mí cuando quiere que lo acaricie. Ronronea y se frota contra todos los que conoce. Es el mejor, es lo que digo aquí, y estoy absolutamente harto de que la gente diga que los gatos no son amistosos.

Los gatos son amigables.

Pero no creas en mi palabra. Gracias a una nueva investigación de la Universidad Estatal de Oregon, publicada el viernes en Behavioural Processes, hay evidencia científica de que los gatos son, según el estudio empírico, amigables. De hecho, el estudio concluyó que a los gatos les gusta interactuar con los humanos más de lo que les gusta comer. Sí, leíste bien: más que la comida. A mí nadie me gusta más que la comida.

La motivación para el estudio fue aplicar en gatos pruebas cognitivas que ya se han probado en perros y tortugas, con el fin de aclarar algunos conceptos erróneos sobre la mala reputación que tienen los gatos de ser poco sociables.

“Cada vez más, la investigación en cuanto a la cognición del gato está proporcionando pruebas de sus complejas habilidades sociocognitivas y de resolución de problemas”, escribieron los autores en el documento. “No obstante, todavía es una creencia común que los gatos no son especialmente sociables o entrenables. Esta discordancia puede deberse, en parte, a la falta de conocimiento de los estímulos que prefieren los gatos, y lo que más los motiva a realizar actividades”.

La prueba se llevó a cabo con 50 gatos, tanto domésticos como de un refugio, y se les privó de comida, juguetes y personas durante unas horas. Luego, los investigadores les presentaron a los gatos diferentes estímulos en cuatro categorías: socialización humana, comida, aromas y juguetes.

Los investigadores concluyeron que no había diferencias significativas entre los gatos domésticos y los del refugio, y que la mayoría de los gatos preferían la socialización humana a cualquiera de las otras categorías. La mitad de los gatos prefirieron la interacción social a cualquier otro tipo de estímulo, mientras que sólo el 37 por ciento prefirió la comida.

“Si bien se ha sugerido que la sociabilidad felina existe en un continuo, que tal vez se inclina hacia la independencia”, escribieron los autores, “hemos descubierto que el 50% de los gatos evaluados prefirieron la interacción con los estímulos sociales, aun cuando tenían la opción directa entre la interacción social con un humano y sus estímulos favoritos de cada una de las otras tres categorías de estímulos”.

Entonces, ¿qué significa esto? Básicamente, que los gatos son amigables. Pero, los autores señalan que las preferencias individuales de cada gato para la socialización pueden estar influidas por su historial de vida o incluso su raza.

Pero no creas en mi palabra. Gracias a una nueva investigación de la Universidad Estatal de Oregon, publicada el viernes en Behavioural Processes, hay evidencia científica de que los gatos son, según el estudio empírico, amigables. De hecho, el estudio concluyó que a los gatos les gusta interactuar con los humanos más de lo que les gusta comer. Sí, leíste bien: más que la comida. A mí nadie me gusta más que la comida.

La motivación para el estudio fue aplicar en gatos pruebas cognitivas que ya se han probado en perros y tortugas, con el fin de aclarar algunos conceptos erróneos sobre la mala reputación que tienen los gatos de ser poco sociables.

“Cada vez más, la investigación en cuanto a la cognición del gato está proporcionando pruebas de sus complejas habilidades sociocognitivas y de resolución de problemas”, escribieron los autores en el documento. “No obstante, todavía es una creencia común que los gatos no son especialmente sociables o entrenables. Esta discordancia puede deberse, en parte, a la falta de conocimiento de los estímulos que prefieren los gatos, y lo que más los motiva a realizar actividades”.

La prueba se llevó a cabo con 50 gatos, tanto domésticos como de un refugio, y se les privó de comida, juguetes y personas durante unas horas. Luego, los investigadores les presentaron a los gatos diferentes estímulos en cuatro categorías: socialización humana, comida, aromas y juguetes.

Los investigadores concluyeron que no había diferencias significativas entre los gatos domésticos y los del refugio, y que la mayoría de los gatos preferían la socialización humana a cualquiera de las otras categorías. La mitad de los gatos prefirieron la interacción social a cualquier otro tipo de estímulo, mientras que sólo el 37 por ciento prefirió la comida.

“Si bien se ha sugerido que la sociabilidad felina existe en un continuo, que tal vez se inclina hacia la independencia”, escribieron los autores, “hemos descubierto que el 50% de los gatos evaluados prefirieron la interacción con los estímulos sociales, aun cuando tenían la opción directa entre la interacción social con un humano y sus estímulos favoritos de cada una de las otras tres categorías de estímulos”.

Entonces, ¿qué significa esto? Básicamente, que los gatos son amigables. Pero, los autores señalan que las preferencias individuales de cada gato para la socialización pueden estar influidas por su historial de vida o incluso su raza.

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