LA LINAZA AYUDA A BAJAR DE PESO Y CONTROLAR EL COLESTEROL, ENTRE OTROS MUCHOS BENEFICIOS

 linaza       Pero hay que cambiar hábitos alimenticios y hacer ejercicio

La linaza (semilla oleaginosa) es empleada en la actualidad para perder peso, pero tiene muchas propiedades benéficas adicionales, ya que por su rico contenido de ácidos grasos (Omega 3, Omega 6) fitoquímicos y vitamina E, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y ayuda al control de colesterol y triglicéridos en la sangre.

Además posee un potencial anticanceroso y antioxidante, que incluso tiene acciones benéficas en enfermos de lupus eritematoso sistemático (transtorno autoinmune inflamatorio), y ayuda a las mujeres que atraviesan por la menopausia.

Consumida antes de cada alimento, su alto contenido en fibra –cinco veces más que la avena, y otras frutas y verduras- ayuda a las personas que padecen de estreñimiento y como se expande en el estómago da sensación de plenitud y de no tener hambre, lo cual favorece su utilización para combatir la obesidad y el sobrepeso, indicó Rocío Espinosa Castro, coordinadora de nutrición y dietética del IMSS Oaxaca.

“En cien gramos de linaza vamos a obtener 41 gramos de grasas (omega 3 y omega 6 que no produce de forma natural el organismo), proteínas de buena calidad, similar a la que contiene la soya, 28 gramos de fibra de tipo soluble e insoluble y tan solo un gramo de hidratos de carbono (azucares)” señaló la nutrióloga, a la vez recomendó consumir la linaza en dos cucharadas 20 a 30 minutos antes del desayuno, comida y cena.

Dijo que no obstante sus múltiples beneficios, la linaza no tiene ningún poder sobrenatural que ayude a bajar de peso mientras no se modifiquen ciertas conductas que tienen las personas con sobrepeso; es decir, si toman la linaza pero siguen consumiendo cantidades abundantes de azúcares (refrescos, miel, piloncillo, etc.) y no hacen ejercicio diario, esta oleaginosa no puede actuar como una “varita mágica” mientras no se cambie el estilo de vida acostumbrado.

Precisó que una buena dieta debe integrar cereales integrales como el arroz, la avena, el maíz y el trigo, y poca cantidad de alimentos de origen animal (carne, huevo, leche, quesos) y seleccionar de éstos los que contienen menos cantidad de grasa, cuidar su forma de preparación, que no sean empanizados ni capeados si podemos evitarlos; y comerlos asados, en salsa, al horno, cocidos o con salsa de jitomate, tomate o con picante es mejor, y también cuidar en no abusar de los azucares simples o refinados.

Añadió que también corrige problemas de gastritis, acidez estomacal y, según artículos médicos, mejora la tensión nerviosa en aquellas personas que están sometidas a estrés. No obstante, el abuso de la linaza puede terminar en problemas gastrointestinales, desde diarrea, formación de gases e incluso algunas personas han referido vómito, cuando se excede su consumo.

Existen tres formas de consumirla: entera, molida y en aceite; la nutrióloga recomienda su ingesta en cualquiera de estas, y no así de los productos de panificación de incorporan la linaza, pero a la vez contiene mantequilla o margarina, huevo, harinas refinadas y azúcar, por lo que el aporte calórico se vuelve muy elevado. Asimismo advierte tener precaución al comprarla, y no por “ahorrar unos pesos” adquirir un producto de dudosa calidad que pueda contener sustancias ajenas a la linaza y que lleva a tener un efecto distinto al deseado.

 

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