Héctor Velázquez y Giovanny Gallegos, amigos y rivales

CIUDAD OBREGÓN..-Héctor Velázquez y Giovanny Gallegos nacieron y empezaron a jugar beisbol en esta ciudad y, aunque tomaron caminos distintos, el año pasado el destino los puso frente a frente en la rivalidad más importante de este deporte.

Velázquez, de los Medias Rojas de Boston, y Gallegos, de los Yanquis de Nueva York, debutaron en 2017 en Grande Ligas. Gallegos, de 26 años, llegó a la gran carpa tras seis temporadas en ligas menores, donde avanzó desde Liga de Novatos, hasta Triple A el año pasado.

Es difícil aguantar el ritmo de ligas menores”, explicó Gallegos junto a Velázquez, en un restaurante durante la entrevista exclusiva para Excélsior.. “No sólo los entrenamientos, los viajes largos, a veces es más difícil la desesperación de ver que no subes de categoría, que haces las cosas bien y no sabes qué va a pasar”.
Velázquez, de 28 años, pasó siete campañas en Liga Mexicana de Beisbol, hasta que en 2017, después de una gran temporada invernal, recibió la oportunidad de firmar con Boston.

Lo mío digamos que fue poquito más de chiripada”, dijo Velázquez entre risas, “Yo el año pasado estaba enfocado en reportar con Campeche, para seguir mi carrera en Liga Mexicana, y fue cuando me hablaron”.
Mientras Gallegos estuvo la mayor parte del tiempo enfrentando prospectos que, al igual que él, con la idea de algún día pronto dar el brinco, Velázquez enfrentó a peloteros ya hechos, algunos incluso con pasado ligamayorista y que estaban ya de regreso en el beisbol nacional.

Los dos caminos son difíciles”, afirmó Velázquez. “Yo realmente no veía fácil que me estuvieran viendo, que estuvieran siguiéndome; sabía que había posibilidades, pero veía difícil que se diera”.
Gallegos debutó el 12 de mayo y,sólo seis días después Velázquez recibió también su oportunidad. Ambos iniciaron la temporada 2017 en Triple A y, sin saber que el día que esperaban estaba ya muy cerca, se reunieron para cenar en una visita del equipo de Giovanny, los Railriders, a Pawtucket, en el que jugaba Héctor.

Le hice unos chilaquiles para que se olvidara de su tierra”, recordó Velázquez. “Platicamos mucho ese día, que los dos andábamos muy bien y que parecía que de un momento a otro podría llegar la oportunidad”.
Como a los tres días de eso, me llamaron, que ya iba para arriba”, indicó Gallegos. “Y como el domingo ya me habló y me dijo ‘pa allá voy yo también’”.
Pese a que jugaron en ligas infantiles diferentes, nunca estuvieron en la misma categoría ni se enfrentaron entre sí.

El 3 de septiembre les tocó estar en dugouts contrarios en el Yankee Stadium, para el último partido de esa temporada entre Medias Rojas y neoyorquinos.

Siempre cuando te encuentras a un paisano es muy especial poder verlo, saludarlo, pero cuando es un escenario así, en Grandes Ligas, pues es muchísimo más especial”, dijo Gallegos sobre ese momento.
Esta semana tanto Gallegos, como Velázquez, iniciarán los entrenamientos de primavera, en Florida, con la meta de poder arrancar la temporada en el equipo grande, y volverse a enfrentar.

¿Y si se vacían las bancas y hay un pleito en un juego?.

– “Pues los dejamos a los demás que se peleen y mientras nosotros nos tomamos una selfie”, respondió Gallegos.

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