Dulce noche para “El Canelo”
Dentro de su muy seguido y al mismo tiempo criticado proceso de aprendizaje, y aún con detalles que serán importantes pulir pronto -como el irrefutable hecho de que no sabe cerrar las peleas- Saúl “El Canelo” Álvarez tuvo la noche más dulce de su carrera profesional.
No pasó a ser uno de los mejores boxeadores del mundo, pero ganó varias cosas en la delirante noche texana de los 38 mil aficionados. Unificó su título del CMB con el de la AMB, logró su sexta defensa titular, mostró avances con respecto a otras presentaciones en el tema defensivo, fue agresivo cuando la pelea se lo exigía y lo más importante de todo: tuvo 12 valiosos rounds de experiencia ante un rival exigente y siempre peligroso.
“Muchos no entienden aún qué solo tiene 22 años”, dice el promotor Oscar de la Hoya. “Si ésto es a sus 22 años, imagínense ustedes qué será más adelante”.
Ante un rival rápido, elusivo y que tiraba sin reparo el jab con la mano izquierda, “El Canelo” hizo una pelea inteligente: fue agresivo en los primeros asaltos y trató siempre de devolverle en una cantidad triplicada los embates que intentaba Austin Trout. Su mayor fortaleza, pegada y condiciones para sostener el ritmo de la pelea le fueron fincando ventajas ante los jueces.
El séptimo round fue, quizá, el mejor en toda la carrera profesional del “Canelo”. Tiró una rápida combinación de derecha e izquierda que hizo daño a su rival y luego remató con un gancho corto que condujo a Trout por primera vez en su carrera a la lona. Cuando parecía que tenía todo para terminar la pelea, Álvarez no encontró los golpes apropiados para enracharse y dejo “vivo” a quien en ese momento todavía era el campeón superwelter de la AMB.
“Siento que lo tuve”, explica “El Canelo”. “Puede ser que me faltara decisión, pero yo traté de ir con mucho cuidado”.
Los planes de De La Hoya parecen claros: el 14 de septiembre, presentará en Las Vegas el primer pago por evento con “El Canelo”. ¿El rival? Eso todavía no esta claro. De la Hoya tiene la firma intención de convencer a Floyd Mayweather, pero el puertorriqueño Miguel Angel Cotto estaba en primera fila el sábado en el Alamodome y luce como una buena posibilidad.
“El Canelo” cumplió -y digamos que hasta con creces- en su “noche de graduación” boxística. Enfrentó al rival más importante de su carrera y se le vio bien, mostró recursos, condiciones, con la garantía de que a su corta edad puede seguir aprendiendo y creciendo para ser algún día el boxeador que promete ser.
