Dortmund vs Bayern: Los nuevos amos de Europa
La geografía futbolística de Europa ha cambiado. Los ojos del futbol del Viejo Continente, considerado el mejor del mundo, han dejado de postrarse sobre España para mudarse a Alemania.
Lo provocó la tremenda exhibición del Bayern Múnich sobre el Barcelona, lo reafirmó el Borussia Dortmund ante el Real Madrid. La bonanza económica que viven los germanos también es futbolística.
Lo contemplará Wembley, el templo perfecto para que el futbol teutón confirme su estado de gracia.
El Bayern Múnich hoy es visto como una aplanadora. Los alemanes tuvieron la capacidad para reinventarse, precisamente a partir de una derrota sufrida ante el Barcelona en los cuartos de final de la Champions de 2008-09. Aquella vez los culés de Pep Guardiola hundieron a los bávaros con global de 5-1.
Aprendieron rápido los alemanes. Jürgen Klinsmann sentó las bases, pero dejó el cargo, Jupp Heynckes pasó como entrenador interino. El Bayern entendió que debía reformar su proyecto, por eso contrató a Louis van Gaal, un referente de la escuela holandesa, con él obtuvieron una Bundesliga y una Copa y estuvieron cerca de la Champions, pero la perdieron en el Santiago Bernabéu ante el Inter de Milán de José Mourinho. e fue Van Gaal, y Heynckes regresó.
Con él, resurgió el Bayern, que comenzó a competirle al Dortmund a nivel local. Con Jupp se plantaron en la Final de la Champions de 2012, pero recibieron el golpe duro de perderla en casa ante el Chelsea.
Heynckes armó una plantilla de jugadores de alto calibre, compró concienzudamente y recuperó a jugadores que parecían destinados a sucumbir.
La mirada del Bayern se postró en España, en ganar, pero también interesándose en el estilo, miró al Barcelona como modelo. Para gobernar los partidos se fijó en los jugadores capaces de controlar la pelota. Así llegó Javi Martínez. Y para junio lo hará el entrenador Josep Guardiola. Eso es el Bayern. Planeación. Presente y futuro.
El otro método
El Borussia Dortmund optó por un camino diferente. Después de estar a punto de declararse en bancarrota en 2005, el club cambió su filosofía, de comprar grandes jugadores para competir en Europa, a formarlos en sus fuerzas básicas o reclutarlos desde jóvenes.
Este proceso tardó en dar resultados, pero en 2008 todo cambió, cuando la directiva del BVB apostó por Jurgen Klopp, un técnico alemán que había dado muestras de su talento con el Mainz. Kloppo construyó una máquina de futbol, basada sobre todo en correr todo el tiempo. Hacerlo para presionar al rival desde su salida, para mantener a los jugadores cerca los unos de los otros, y sobre todo para transiciones rápidas para llegar a la portería contraria, como lo comprobó el Real Madrid esta Champions.
Este método llevó de regreso al Dortmund a los primeros lugares: dos títulos de Liga consecutivos y una Copa. Pero este año fue la graduación en Europa. Una base sólida que ahora está en los planes de los gigantes del Viejo Continente: los polacos Piszczek, Blaszczykowski y Lewandoski, los alemanes Hummels, Schmelzer, Bender, Kehl, Götze y Grosskreutz.
Por si fuera poco, a Klopp le han salido bien las apuestas. Hace dos temporadas se fue Nuri Sahin al Real Madrid, lo reemplazó con Ilkay Gundogan del Núremberg y encontró en él una versión mejorada del turco. Para el inicio de esta campaña se fue el japonés Shinji Kagawa, pero repatrió a Marco Reus para superar esa baja. El mediocampista de 23 años es el conductor de un equipo que desde hoy ya no tendrá a Mario Götze.
Son los chicos de Klopp, una generación irrepetible que hoy busca su confirmación ante todo el planeta en la Catedral del futbol del Viejo Continente. Del otro lado está el Bayern Múnich, que busca la anhelada Orejona para recibir a Guardiola. La primera final entre dos equipos de Alemania, la nueva fuerza reinante en Europa.
