Candidato de AMLO acusa al Ejército de tratar de intimidarlo

México

El domingo 8 de febrero soldados del 54 batallón de Infantería ingresaron a un rancho del ex alcalde de Huatulco Lorenzo Lavariega: los militares buscaban armas. Así lo reconoció el político en su página de Facebook.

Y los soldados, debido a una denuncia ciudadana, también buscaban drogas empaquetadas o sembradíos de estupefacientes. El precandidato de Andrés Manuel López Obrador escribió en la red social que en esa propiedad, ubicada en Bajos de Coyula (localidad de menos de 800 habitantes), a media hora del aeropuerto de Huatulco, solo se cultiva “maíz, frutas y hortalizas”. Papaya es lo que se siembra oficialmente ahí, según detallan lugareños.

Un día después del operativo del Ejército, Lavariega, quien ha sido imputado por habitantes de Huatulco por tener presuntos nexos con el crimen organizado (con el cártel de los Beltrán Leyva, lo cual él niega), y por encubrir delitos del ex jefe de policía local (su primo, Jorge Lavariega, actualmente preso), subió un texto a Facebook en el que se queja de los militares, a quienes califica de “excesivos” e “intimidatorios”.

Según él, mujeres y niños sufrieron “una crisis nerviosa”. El hombre, apuntalado por López Obrador desde enero, aseguró que no se trató de “un cateo”, ya que no había orden de algún juez. Por ello, insinuó que el gobierno puede estar utilizando al Ejército con “fines políticos”.

Lavariega, quien según los huatulqueños era pescador y tenía una pequeña marisquería antes de ingresar a la política, narra así lo ocurrido con el Ejército:

“Con relación al acontecimiento de ayer 8 de febrero, alrededor de las 15:00 horas, dos vehículos del Ejército mexicano, con aproximadamente 15 elementos uniformados, provenientes del 54 batallón de Infantería, ingresaron a un predio, propiedad de la familia Lavariega, el cual se ubica en Bajos de Coyula y que es utilizado para el cultivo de maíz, frutas y hortalizas. Con el argumento de realizar un recorrido de vigilancia en la zona, preguntaron acerca de las actividades que allí se llevan a cabo, la presencia de diferentes vehículos y la posibilidad de que allí hubiera armas”, contó en su página de Facebook.

“En el momento —prosigue su relato— que arribaron los elementos del Ejército, compartíamos el pan y la sal con amigos y familiares, como lo hacemos normalmente cada domingo. Por tal motivo los presentes, principalmente las mujeres y los niños, sufrieron una crisis nerviosa derivada del protocolo excesivo e intimidatorio con el que se condujeron los elementos del Ejército”.

Lavariega, quien en épocas del presidente Miguel de la Madrid fue priista, dice que lo interrogaron:

“Después de contestar a sus preguntas, las cuales se desarrollaron en un lapso de 30 minutos, se retiraron del lugar”.

Luego critica a los soldados:

“He manifestado ante diversos medios de comunicación que celebro si el motivo del ingreso responde a una estrategia de seguridad en la zona, pero rechazo los métodos intimidatorios que utilizan en su actuar, porque generan alarma y descontento.

“Aclaro que el Ejército no entró a realizar un cateo, como se han encargado de difundir algunas personas mal intencionadas que no poseen la información suficiente para emitir su opinión. No hubo actos de cateo, porque tampoco hubo una orden judicial de por medio”.

Según Lavariega, el operativo militar pudo tener tintes político-electorales:

“Por coincidir este acontecimiento con el periodo de precampaña electoral, ha circulado información acerca de que esto puede ser una acción premeditada para afectar el proceso político en el que participo. Afortunadamente el Ejército mexicano es una institución que se caracteriza por sus principios. Sería lamentable afirmar que está siendo utilizado con fines políticos”.

Finalmente, niega que vaya a dar marcha atrás en su precandidatura:

“Asimismo, me han preguntado sobre la posibilidad de renunciar al proceso político electoral en el cual me encuentro participando, y aprovecho la ocasión para confirmar que permanezco firme en mis aspiraciones”.

“El Abarca de Huatulco”, le espetaron lugareños durante un mitin en el que participaba hace días junto a López Obrador. Exhibieron pancartas que decían lo mismo y que le imputaban actos de corrupción. Un grupo de inconformes le impidió hablar. Y es que Lavariega tiene una historia. Él y sus policías. O varias historias…

***

Los inconformes con Lavariega, encabezados por Julián Zárate, del Comité Ciudadano por la Transparencia, advierten que el ex alcalde está involucrado en la ejecución de personas, además de que su primo, que era el director de la policía municipal, está preso por servir a una banda criminal.

Recuerdan que en septiembre de 2013 Jorge Lavariega y Fernando Ayala, director y subdirector de Seguridad Pública de Huatulco, respectivamente, fueron detenidos por fuerzas federales y estatales acusados de presuntos vínculos con la delincuencia organizada, así como por su probable relación con varios homicidios.

Lorenzo Lavariega ha sido imputado de actuar, junto a sus mandos policiales, con un modus operandi similar al que usaba para los Beltrán Leyva y los Guerreros unidos… José Luis Abarca en Iguala, Guerrero.

Lorenzo nombró a su primo Jorge como director de la policía municipal para el trienio 2011-2014. Él y Ayala, junto con seis policías, fueron detenidos al ser señalados por diversos testigos, incluidos los familiares de las víctimas, como responsables de más de 15 asesinatos de jóvenes que tenían presuntos historiales delictivos, a quienes los policías municipales supuestamente detenían y entregaban a sicarios de bandas contrarias para que éstos los eliminaran. De ello, según las denuncias ministeriales, tenían conocimiento y daban su consentimiento los Lavariega.

Familiares de las víctimas han insistido en eso: en que sus parientes, antes de aparecer ejecutados, habían sido detenidos por los efectivos policiales del municipio de Santa María Huatulco. Los acribillados siempre aparecían muertos de la misma manera: con un picahielos clavado en el cuerpo sosteniendo un narcomensaje.

El jefe policial, el primo del alcalde, es señalado como alguien “de temer” por huatulqueños. Hay un hecho, ocurrido en octubre de 2011, que lo retrata nítidamente:

“Luego por qué desaparecen los periodistas”, les dijo el director de Seguridad Pública de Huatulco, Jorge Lavariega, a los reporteros Roberto Emilio Agustiniano, corresponsal del diario El Imparcial y Tv Azteca, y Antonio García, corresponsal del diario Noticias de Oaxaca y diario Enfoque. “Son unos pinches mentirosos, ya digan la verdad”, les recriminaba por reportar hechos delictivos, según recuerdan periodistas locales. Y así fue: varios medios publicaron a la sazón que los reporteros responsabilizan directamente de cualquier agresión al alcalde, al síndico procurador, Walterio Arturo Lavariega, al jefe policial, Jorge Lavariega, al subdirector de Seguridad Pública, Fernando Ayala, así como al director de Hacienda, Miguel Ángel Archila.

Finalmente a los policías detenidos solo se les pudo acusar de dos homicidios, no de 15 o más.

Ante estas detenciones, el alcalde Lorenzo Lavariega consideró, en 2013, que las autoridades buscaban debilitar su gobierno por ser “de oposición”.

Lorenzo Lavariega militó en el PRI y despues en el Movimiento Ciudadano (antes Convergencia). Hoy forma parte de Morena.

Al ex alcalde se le hicieron llegar un par de mensajes para entrevistarlo, pero no respondió…

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