¿A quién beneficia la reforma laboral?

Por Horacio Corro Espinosa.   Foto: Realidad Oaxaca

¡No sé a dónde vamos a parar! Sobre el desempleo que estamos viviendo en el país todavía no se echan encima una reforma laboral.

Todos los días, casi religiosamente, sabemos o conocemos a alguien que fue despedido de su trabajo. Ante esta crisis del desempleo, el subempleo ha rebasado al empleo.

Empresarios, líderes obreros y funcionarios gubernamentales, no se ponen de acuerdo en la cifra de trabajadores desempleados. Cada quien la maneja a su conveniencia. Pero el problema existe y es alarmante.

En realidad, no es necesario hacer tantos estudios para comprobar la magnitud del problema. Basta salir a la calle y enfrentarse a un ejército de limosneros, vendedores, mimos, cantantes, músicos y cirqueros, entre otros, que invaden las puertas de los restaurantes, centrales de autobuses, paradas de camiones, cruces vehiculares, donde se disputan los sitios más concurridas para pedir dinero. Y sobre todo esto, quieren aprobar una reforma laboral.

Para no ir muy lejos podemos poner de ejemplo a esta entidad oaxaqueña. El problema de los desempleados se agravó desde el 2006. A partir de entonces el miedo domina entre los que todavía conservan su empleo, pues saben que en cualquier momento les “puede tocar”.

Es cierto que la reforma laboral está inclinada a defender al patrón y no a los trabajadores. A partir de que se apruebe esta reforma, o sea hoy, se te pagará no por un sueldo mensual sino por unas cuantas horas. Es algo así como los moteles y los hoteles. El hotel lo contratas por noche, el motel por horas. Asimismo los trabajadores, comenzarán a contratarse de a rato en rato y de empresa en empresa.

Se te pagará a siete pesos la hora, si quieres. Aquí no va a valer tu experiencia ni tu voluminoso currículum, sino lo que produzcas. Tampoco tendrás indemnizaciones por despido porque siempre serás contratado a prueba.

Si le caes mal al patrón, podrás ser despedido a la hora que a éste se le antoje. Tendrás el mismo tipo de protección que una trabajadora doméstica.

Cuando se apruebe la reforma laboral, ya no podrás ir con él médico a que te dé un justificante por enfermedad, porque éstas desaparecerán de la tabla de enfermedades y riesgos de la Ley Federal del Trabajo.

Si tienes un accidente de trabajo no será pretexto para dejar de producir. Si te contratas en algo que afecte tu salud y vida, no será bajo responsabilidad del patrón.

Como puedes darte cuenta, esta reforma no tiene otro fin que defender al patrón.

 

¿Y qué pasará con todo esto? Millones de personas quedarán relegadas a actividades marginales. Sin empleos se puede desembocar en serios conflictos sociales

Es probable que se creen nuevas fuentes de empleo, pero de qué servirán si la población no tendrá los beneficios sociales por su desempeño.

La reforma laboral será la puerta a una crisis económica bastante fuerte, pero no para todas las empresas, sino para los ciudadanos, los que se integrarán a las agrupaciones de no asalariados, a las organizaciones que vagan por la ciudad arrojando fuego por la boca, a las estructuras que salen armados de una guitarra, de una armónica o simplemente de su voz. O puede que se integren a la asociación de cajones de “bolear” con la tradicional caja de chicles. O se constituirá, también, la confederación de limpiabrisas donde se hará hasta lo inimaginable para sobrevivir.

 

Twitter: @horaciocorro

horaciocorro@yahoo.com.mx

 

 

 

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