2018, la encrucijada por el proyecto de nación a votar

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Alfredo Martínez de Aguilar

 

 

 

Como siempre suele ocurrir, muchas son las expectativas y más la expectación que despierta el año que inicia. Con el Año nuevo renacen especialmente las esperanzas e ilusiones por tener un México y Oaxaca mejor.

Salvo opinión en contrario, estamos convencidos que no hay mexicano ni oaxaqueño que no quiera mayor seguridad para vivir en paz y con tranquilidad personal y familiar. Es la obligación primaria del Estado.

No se trata única y exclusivamente del crimen organizado y del narcotráfico, sino de la escandalosa corrupción gubernamental que corrompió a los más grandes corruptos de la nueva clase política gobernante en México.

Y que quede muy claro, no nos referimos exclusivamente a los corruptos gobernadores del PRI-gobierno, sino a todos. También a los mandatarios del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática.

Urge que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto detenga, encarcele y sobre todo, confisque las fortunas malhabidas de los ex gobernador de todos los partidos incluyendo a los de su instituto político. Son votos.

En el caso de Oaxaca, el mayor reto del gobernador Alejandro Murat es profundizar el combate a la corrupción encarcelando a Gabino Cué, Jorge Castillo, Alberto Vargas, Netzahualcóyotl Salvatierra y Pepe Zorrilla.

Para preservar la paz social urgen empleos y salarios dignos y decorosos. Suficientes para satisfacer las necesidades indispensables de alimentación, vivienda y vestido. La vieja trilogía, casa, vestido y sustento.

No hay persona ni familia que no reclame sistemas nacionales de educación y salud con calidad y calidez. A ello hay que sumar de manera obligada la vital autosuficiencia alimentaria que evite depender del extranjero.

El mayor reto para todos los ciudadanos es por quién votar, pero no por el pasado populista y autoritario, representado por Manuel Andrés López Obrador (MALO) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Mucho daño nos ha hecho como país la hipocresía de la simulación de gobiernos populistas como el de Luis Echeverría, empeñados en combatir la desigualdad regalando a los pobres sin educarles ni hacerles prductivos.

El ejemplo más cercano es la destrucción de la educación media superior y superior en la universidad pública de Oaxaca, al amparo de la malentendida autonomía, convertida en extraterritorialidad por las mafias chapistas.

Otro ejemplo patético es la destrucción de la educación básica al entregar el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) a la Sección XXII de la  Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.

Ahí está también la destrucción de las unidades productivas en materia agropecuaria al invadir las fértiles tierras que garantizaban la autosuficiencia alimentaria de los oaxaqueños en las diversas regiones del Estado.

Podemos votar por el presente encabezado por Pepe Meade Kuribreña, inminente candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional o por Ricardo Anaya Cortés del frente integrado por el PAN, PRD y MC.

Siendo realistas no podemos sustraernos a la globalización, porque aunque intentéramos aislarnos no lo conseguiríamos y, por el contrario, representaría un suicidio político, económico y social como nación.

A nuestro juicio es un imperativo como país perfeccionar las reformas estructurales para darles continuidad con visión de futuro y aprovechar las ventajas y fortalezas que conlleva la globalización en la que se inscriben.

La pregunta obligada a todos los mexicanos y oaxaqueños es qué hemos hecho en el pasado para lograrlo, qué estamos haciendo y, particularmente, qué estamos dispuestos hacer como pueblo y nación para conseguirlo.

No obstante, 2018 reviste singular importancia por las elecciones a realizar de manera concurrente. No se trata única y exclusivamente de la simple coincidencia de los procesos eleccionarios federal, estatales y municipales.

Ello entraña necesariamente una serie de sacrificios compartidos por pueblo y gobierno. Efectivamente, se requieren dolorosamente de muchos más sacrificios en el caso del pueblo de los que hasta ahora se han vivido.

Paralelamente, es cuestión de supervivencia que dichos sacrificios lleguen a los tres órdenes de gobierno. No hay de otra. Ante todo está en juego la definición del proyecto de nación al que aspiremos como ciudadanos.

Un gran problema de fondo, entre muchos otros es la falta de ciudadanía, ya no digamos educada integralmente, organizada y participativa, sino por lo menos informada de manera elemental sobre las soluciones nacionales.

Ante tal realidad que conlleva, sobre todo, la falta de conciencia y responsabilidad ciudadana, ésta se torna sumamente vulnerable al manipuleo, la cooptación o, inclusive, a las amenazas, en busca de la compra del voto.

A nuestro juicio los principales responsables del desencanto ciudadano para con la democracia es, sin duda, la partidocracia, es decir, la corrupción y prostitución política de las mafias familiares y cupulares en los partidos.

Aun cuando ningún patido escapa a esta responsabilidad histórica y social, empezando por el PRI-gobierno, lo cierto es que es muy cómodo para la oposición, especialmente de izquierda, montarse en los yerros priistas.

Por supuesto, que la derecha, representada por el Partido Acción Nacional en general y, sobre todo, por los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa, no escapan a esta responsabilidad histórica y social.

No hay la mínima visión de Estado en la izquierda y la derecha por más alianzas, frentes y coaliciones que hagan, más que la sola búsqueda del poder, ambición resumida en el “quítate tú, para que me ponga yo”.

En mayor o menor medida el PRI-gobierno no es ajeno a esta miope lucha inmediatista y cortoplacista. Urge, pues, recuperar un Proyecto de Nación, claro y concreto, que garantice la independencia y soberanía nacional.

No obstante, los abusos y excesos de los presidentes y gobernadores priistas al no ser fanáticos fundamentalistas que actúen como tiranos y dictadores unipersonales tienen mayor posibilidad de rescatar el rumbo de la nación.

El caso contrario paradigmático es Manuel Andrés López Obrador (MALO). Primero al frente del PRD y, luego del Movimiento de Regeneración Nacional, confirma su actitud antidemocrática, retrógada y reaccionaria.

El ex priista y ex perredista, ratifica este peligroso talante al autoimponerse hoy de manera anticipada candidato presidencial de Morena, tras mantenerse en permanente campaña durante los últimos 18 años. ¡Imagínese!

Con una evidente sintomatología patológica, López Obrador mantiene una actitud obsesivo-compulsiva. Sigue a pie juntillas la enseñanza del despotismo y egolatría de Luis XIV de Francia, quien afirmó “El Estado soy yo”.

El autoritarismo y espíritu antidemocrático de MALO, de origen priista, le hace encarnar no solo al Rey Sol, sino a su sucesor, a Luis XV en los últimos años de su vida, al expresar Après moi, le déluge: “Después de mí, el diluvio”. La frase de Luis XV es una de las máximas expresiones del egoísmo del poder político.

Para algunos historiadores, el Rey estaba afirmando: “Sin mí no queda nada o peor aún: sin mí, no son nada. Tal y como lo hace López Obrador. A Luis XV se le recuerda como uno de los reyes más impopulares de Francia.

Esta desmedida ambición de poder ha llegado hasta nuestros días para significar que no importa lo que ocurra con México cuando personajes como Manuel Andrés pierda por tercera ocasión la elección presidencial.

Ciertamente, no podemos cerrar los ojos a la realidad, ya que como resultado de la nefasta partidocracia de ayer y de hoy el creciente descontento popular entraña el riesgo de un fuerte estallido social al que apuesta MALO.

Indispensable es que los ciudadanos nos informemos sobre las plataformas electorales de las tres principales fuerzas políticas que se disputarán prioritariamente la presidencia de la República y el Congreso de la Unión.

Y al acudir a votar lo hagamos de manera libre, consciente e informada sobre los graves riesgos y peligros que entraña Manuel Andrés López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Al tiempo.

 

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila

 

 

 

 

 

 

 

 

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